" El gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza, la represión no es el camino" La Iglesia denuncia: "El chavismo pretende imponer un gobierno totalitario en Venezuela

La cúpula de la Iglesia católica venezolana acusó esta tarde al presidente Nicolás Maduro de intentar imponer en Venezuela un sistema de gobierno de corte totalitario. Según la institución religiosa, ese sería el principal detonante de las protestas violentas que desde hace más de un mes tienen lugar en el país sudamericano.

"El chavismo pretende imponer un gobierno totalitario en Venezuela", denunció la Iglesia católica en momentos en que el Maduro se dice abierto a una mediación de El Vaticano para dialogar con la oposición y poner fin a dos meses de protestas.

Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, expresó en rueda de prensa su preocupación por la polarización política que vive el país, con protestas opositoras casi cotidianas, acompañadas por hechos de violencia que han dejado por ahora 39 muertos, 500 heridos y más de un centenar de detenidos.

Las protestas "tienen su origen en la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el llamado plan de la patria, detrás del cual se esconde la imposición de un gobierno totalitario", aseguró Padrón.

El denominado plan de la patria es un programa de gobierno concebido por el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) para "consolidar el socialismo del siglo XXI". En 2013 fue elevado a nivel constitucional por el oficialismo en la Asamblea Nacional en medio de duras críticas de la oposición.

"Lo que está ocurriendo en Venezuela es sumamente grave tanto por su magnitud como por su duración, violencia y nefastas consecuencias para nuestro presente y futuro", añadió Padrón, quien rechazó la "criminalización de la protesta ciudadana".

El detonante de las protestas iniciadas por estudiantes en San Cristóbal fue la inseguridad y a la par de que se extendieron en el país, con la activa participación de partidos opositores, se han sumado reclamos contra la inflación de 57%, la escasez de alimentos, la represión policial y la detención de opositores.

Entre los detenidos figuran el líder del partido opositor Voluntad Popular, Leopoldo López, y dos alcaldes opositores que fueron destituidos de su cargo. Además, las protestas han dejado decenas de denuncias de maltrato y tortura policial.

"Denunciamos la abusiva y desmedida represión contra ellos (manifestantes), las torturas de que han sido objeto muchas de las personas detenidas y la persecución judicial a los alcaldes y diputados contrarios al oficialismo. El gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza, la represión no es el camino", añadió Padrón.

Las protestas han ido a la baja en intensidad y número, pero en los últimos días se han reactivado algunos focos de violencia, sobre todo en el municipio caraqueño de Chacao (este, opositor), donde se han repetido choques nocturnos entre manifestantes que atacan con piedras y bombas incendiarias a las fuerzas del orden, que responden con gases lacrimógenos.

La crítica de la Iglesia católica, que ha sostenido una tensa relación con el chavismo, se produce luego de que el gobierno y la oposición aceptaran un "testigo" de El Vaticano en un eventual diálogo.

"La oposición ha dicho que quiere que venga también Pietro Parolin (cardenal secretario de Estado de El Vaticano). Yo les dije que si quieren traer al Papa tráiganlo, estoy de acuerdo. Ahora, que no le vayan a hacer perder el tiempo", declaró ayer Maduro, que instó a los opositores a cesar las manifestaciones violentas.

Un vocero del papa Francisco aseguró también el martes que "la Santa Sede y el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, que conoce bien y ama Venezuela por haber sido nuncio en ese país, están dispuestos y deseosos de hacer lo posible para el bien y la serenidad" de los venezolanos.

El 26 de febrero, Maduro lanzó un diálogo nacional de paz con distintos sectores en el que participaron jerarcas de distintos cultos religiosos y empresarios, pero al que rechaza asistir la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que aglutina a partidos opositores de distintas tendencias.

Para dialogar, la MUD ha puesto cinco condiciones, entre ellas la liberación de los detenidos en el marco de las protestas, todas rechazadas por Maduro.

(RD/Agencias)

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