Manifiesto de un grupo de ciudadanos contra el bloqueo impuesto por EEUU a la isla "Cuba necesita menos mentiras y ningún bloqueo"

Manifestantes en La Habana.
Manifestantes en La Habana.

"Presidente Biden, usted que se profesa político demócrata y cristiano a la luz y pautas del concilio Vaticano II, díganos, si piensa mantener el embuste, represión y bloqueo practicados durante 60 años por su país y sus Gobiernos contra la Revolución Cubana sin importarles el dictamen unánime de la ONU, que hace unos 30 años lo viene reprobando"

"Creemos que debiera interpelarle la declaración que el 12 de julio hizo el Episcopado Cubano, respaldado a su vez, por el Episcopado Estadounidense"

Un grupo de ciudadanos ha hecho público un manifiesto exigiendo el cese del embargo económico impuesto por EEUU sobre la isla de Cuba desde el triunfo de la Revolución encabezada por Fidel Castro en 1959.

Haciéndose eco del llamamiento de los obispos cubanos en su declaración del pasado 12 de julio sobre la situación de protestas y desabastecimiento que vive la isla, los abajo firmantes hacen un llamamiento al presidente de los EEUU a que tome conciencia "del deterioro de la situación económica y social" en que está sumido el pueblo cubano, de la cual solo es posible salir "mediante el entendimiento y la escucha mutua".

Manifiesto completo

Sabemos que serían miles y miles los ciudadanos españoles que firmarían este Manifiesto. Pero no renunciamos a firmarlo y darlo a conocer un grupo que represente a esos miles, dado el volumen de falsedad que periódicos de gran tirada han tratado de sembrar en la sociedad, con absoluta burla del Pueblo Cubano, de su Revolución y de su Gobierno.

Callar en este caso y no salir por la verdad, la justicia y la solidaridad, sería ignorancia, cobardía o complicidad con el delirio imperialista, que no tiene ni nunca ha tenido verdadera democracia. Lo hecho con Cuba, lo harían con cualquiera otro que necesiten —y puedan— llegado el caso.

Señor Joe Biden, regale a Cuba lo que de verdad necesita: menos mentiras y ningún bloqueo.

Biden, en la iglesia
Biden, en la iglesia

Lo que el 23 de julio publicó El País es de vergüenza y de estulticia. De vergüenza, por ser tan indisimulado portavoz del imperio yanqui y de estulticia por tratar a los lectores de supuestos consentidores de esa vergüenza.

Un dato, no más: está en la información general que ningún país de la tierra se ha doctorado como Estados Unidos en despreciar y someter, sobre todo en América Latina, la dignidad de las Naciones y los derechos humanos de los ciudadanos, con sus invasiones y agresiones de todo tipo.

Están calculados los miles y miles de millones de dólares que le han robado y los incontables servicios tecnológicos y comerciales que le han negado con su bloqueo el más largo, injusto y cruel de la Historia. ¿Cuántas penurias, privaciones y sufrimientos actuales de Cuba se deben a este bloqueo?

¿Y cómo se atreve ahora, sr. Biden, —y cómplices— a hacer denuncia y llamada ético-solidaria contra la dictadura represora del Gobierno de Cuba?

Y, para su memoria, conocimiento y responsabilidad, tenga estampado ante su vista la fecha y el contenido de su bloqueo.

El memorando secreto dice (cita textual):

"La mayoría de los cubanos apoyan a Castro, …el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del  malestareconómico y las dificultades materiales... hay queemplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba... una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”. 

 (*) Memorando secreto del Departamento de Estado desclasificado en 1991, que fue incluido en la página 885 del Volumen VI del Informe del Departamento de Estados de Estados Unidos de 1958 a 1960.

Díganos, Vd. que se profesa político demócrata y cristiano a la luz y pautas del concilio Vaticano II, díganos, si piensa mantener el embuste, represión y bloqueo practicados durante 60 años por su país y sus Gobiernos contra la Revolución Cubana sin importarles el dictamen unánime de la ONU, que hace unos 30 años lo viene reprobando.

Y, desde esta perspectiva, creemos debiera interpelarle la declaración que el 12 de julio hizo el Episcopado Cubano, respaldado a su vez, por el Episcopado Estadounidense, y que se centra en tres cuestiones principales:

Primera: “Tomar conciencia del deterioro de la situación económica y social que vive nuestro pueblo. El Gobierno ha tratado de tomar medidas que palien esas dificultades... y el pueblo ha expresado públicamente cómo algunas de esas medidas le están afectando seriamente”.

Los religiosos cubanos denuncian los juicios sumarios a los manifestantes del 11J
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                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Segunda: “En lugar de resolver esos problemas, se está caminando desde un inmovilismo absurdo hacia un endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos”.

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Tercera: “La solución no puede venir del enfrentamiento, sino del entendimiento, de la escucha mutua, si se buscan acuerdos comunes y se dan pasos de todos para construir la Patria con todos y para el bien de todos. Es más necesaria que  nunca una actitud de tolerancia que respete al otro, para juntos buscar caminos de una solución justa”.

La nación cubana siempre ha sentido fuerte la llamada a hacer de ella un hogar de hermanos y hermanas, bajo la luz e impulso de la Virgen de la Caridad, madre de Jesús de Nazaret, primogénito y hermano nuestro mayor y al que por siglos y en todos los rincones de la tierra, se lo vieneproclamando Gran liberador de la Humanidad.

Carta abierta de Pere Casaldáliga a Fidel Castro

Fidel:

Una vez más recibo invitación de Cuba y una vez más he de contentarme con enviar un mensaje. De corazón, eso sí. Hoy te lo dirijo a ti, personalmente y tuteándote, para quitarle hasta el menor atisbo de ceremonia. Como corresponde a compañeros de luchas y de esperanzas.

Espero no escandalizar demasiado ni a la derecha ni a la izquierda. Estos días has sido noticia mayor, también en Brasil. Con titulares como éste: «Un ateo en el Vaticano».

Y de eso quería hablarte, a ti y a todos los compañeros y compañeras que están ahíen esta hora histórica de tus 70 años, del proceso cubano y de la macrodictaduraneoliberal.

Recuerdo, todavía con emoción, la carta que te entregamos, en 1985, Betto, loshermanos Boff y yo, escrita para ti por el patriarca de la Solidaridad y los DerechosHumanos, el cardenal Paulo Evaristo Arns, arzobispo de Sao Paulo. «Aunque Vd. Se declare increyente     -te decía él- yo le pido que rece por mí...».

Fidel, a estas alturas de tu vida y la mía y de la marcha de nuestros pueblos y de lasiglesias más comprometidas con el Evangelio hecho vida e historia, tú y yo podemos muy bien ser al mismo tiempo creyentes y ateos.

Ateos del dios del colonialismo y del imperialismo, del capital ególatra y de la exclusión y el hambre y la muerte para las mayorías, con un mundo dividido mortalmente en dos.

Y creyentes, por otra parte, del Dios de la Vida y la Fraternidad universal, con un mundo humano único, en la Dignidad respetada por igual de todas las personas y de todos los pueblos.

Con esta fe, abrazo a todo el pueblo de Martí, en la esperanza de su victoria sobre el bloqueo inicuo, en la defensa de sus conquistas sociales y en la consolidación de una democracia sin privilegiados y sin excluidos, con Pan y con Espíritu, con Justicia y con Libertad; en la hermosa patria de la Isla y en toda la Patria Grande de Nuestra América.

 D. Pedro Casaldáliga, el Profeta de los Pueblos

En la decada de 1980, el obispo catalán de de Sao Félix do Araguaia (Amazonia brasileña) visitó Cuba y se encontró con el Comandante Fidel Castro. Tras la visita afirmó: 

“Soy testigo también de los logros que el pueblo cubano ha alcanzado en la salud, en la educación, en la producción. Hemos de abrir el corazón y el Evangelio a esa isla admirable”.

Firmantes:

Benjamín Forcano Cebollada, Argentina Méndez Ayuso, Javier Baeza Atienza, Fabriciana Ada Prada Belver, Juantxu Oscoz Vivanco, Clemente Aparicio, Jaume Patuel i Puig, Mª Esther Irungaray Inda, Juan Morales Montesdeoca, José PicotCoca, Pilarin  Penadés Gómez, Emiliano de Tapia, Juan Barreto, Ana Bou, José Torres, Felicidad Hernández, Félix Sautié Mederos, Nuria Suárez, Javier Domínguez, Zofia Marzec, Elena Garzón, Rafal Plaza  Veiga, Francisco Uriel Molina Oliu, Félix Placer Mª Angeles Picot Coca - Rafael  Díaz  Salazar, Jesús Montenegro Noceda, Fernando Bermúdez, Casimiro Bodelon, Llorenç Gimeno Soler, Endica Zulueta, José Antonio Martín Pallín.

* Seguimos soñando con una sociedad simplemente humana, que nos una a todos –personas y pueblos- fraternalmente, en la que nadie se sienta menospreciado ni postergado,  y se de jaque mate a los ídolos  de la soberbia, del egoísmo y de la avaricia y nos guien los dioses nuestros del amor, de la igualdad, de la justicia, de la solidaridad, de la libertad y de la paz.

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