"No tiene inconveniente en recibir a todos los migrantes, siempre que entren de forma ordenada" Mary Galván, trabajadora social en Tijuana: "EEUU no tiene intención de cerrar la frontera"

(Vladimir Alcántara, SIAME).- En los últimos días, a través de redes sociales se han registrado reacciones adversas de habitantes de Tijuana, Baja California, contra los integrantes del éxodo de centroamericanos que han llegado en grupos a esa ciudad fronteriza, misma que hoy alberga 5.000 migrantes alojados en el Deportivo Benito Juárez; a éstos, se habrán de sumar en las próximas horas otros 2.000 provenientes de Mexicali. Sobre lo que se vive hoy en la entidad en torno al actual fenómeno migratorio, habla para Desde la FeMary Galván, trabajadora social del Albergue Madre Asunta, quien ha seguido muy de cerca los detalles de lo acontecido.

Para Mary Galván, los ataques provienen de un grupo muy reducido de habitantes de las playas, quienes se inconformaron con la actitud de unos cuantos migrantes que comenzaron a consumir sustancias, a tomar bebidas alcohólicas y a ocasionar disturbios. "Pero lo que se dice -señala- no corresponde a la realidad; la mayoría de los centroamericanos muestran un excelente comportamiento".

Refiere que, a la llegada de los contingentes a Tijuana, se les dio de comer en el desayunador de la Congregación de los Salesianos, se les atendió humanitariamente y se les ofreció alojamiento en los 23 albergues de la localidad, lo cual rechazaron porque dijeron que querían mantenerse juntos, así que decidieron avanzar hacia las playas, dando origen a las protestas de los pobladores. Mary Galván explica que de ahí fueron trasladados en camiones, proporcionados por los gobiernos estatal y municipal, al Deportivo Benito Juárez, que previamente habían dispuesto como albergue, y la situación parecía tranquilizarse.


"Sin embargo -señala-, de manera desafortunada, el presidente municipal de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, emitió un comunicado en el que decía que deseaba que los migrantes se fueran, que no quería que vinieran a ocasionar disturbios a una ciudad que ya tenía sus propios problemas; discurso que cambió luego de que las organizaciones de la sociedad civil sostuvimos una reunión con autoridades federales, estatales y municipales, para inconformarnos por su mensaje".

Mary Galván refiere que posterior a las declaraciones de Gastélum, se llevó a cabo una manifestación contra los centroamericanos, por parte de unos 300 tijuanenses que marcharon hasta el Deportivo Benito Juárez para provocar a los migrantes lanzándoles todo tipo de insultos, pero en respuesta los integrantes del éxodo desplegaron una manta muy grande frente a las instalaciones para agradecer a México por todo el apoyo recibido.

Señala que si bien las autoridades norteamericanas han colocado barricadas y alambres en la línea que divide a Estados Unidos de México, su intención no es cerrar la frontera, como señalan algunos. "De hecho -explica-, un grupo de miembros de la sociedad civil sostuvimos un encuentro con gente del gobierno de Estados Unidos, específicamente con personal de la Customs and Border Protection, el cual nos dijo que ellos no tenían ningún inconveniente en recibir a todos los migrantes, siempre y cuando vayan entrando de una manera ordenada".

Finalmente, Mary Galván explica que para las autoridades migratorias norteamericanas el ingreso ordenado de personas a su país requiere de que se anoten en una libreta, a fin de que vayan pasando en grupos de 40 o 50.

"De hecho -refiere-, es lo que se ha venido haciendo con los migrantes que ya estaban en Tijuana desde antes. La lista va en el número 1126, pero no es tan lento, porque un número se da a diez personas, quienes entran como si fueran una sola. Y por ahora en lista hay unos 2.500 en espera. Esto quiere decir que si los migrantes que acaban de llegar actúan por la vía legal, estarían tardando todos en ingresar unos 7 meses".


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