El arzobispo de La Plata preside la misa de la peregrinación a Nuestra Señra de Luján Monseñor Fernández: 'Nuestro camino de peregrinos es sobre todo interior, pero necesitamos signos palpables'

Misa de la peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Luján
Misa de la peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Luján

El arzobispo de La Plata presidió la misa concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Alberto Germán Bochatey OSA; monseñor Jorge Esteban González; y monseñor Federico Guillermo Wechsung

"Porque somos peregrinos, para no sufrir tanto el desarraigo nos hace falta el abrazo de la Madre", aseguró al presidir la misa de la peregrinación de la comunidad platense a la basílica de Luján

"Nuestro camino de peregrinos es sobre todo interior, pero los católicos sabemos que necesitamos signos sensibles, palpables. Hoy el signo es la pequeñita y preciosa Madre que está allí arriba, feliz de habernos reunido a todos en su casa"

(AICA).- Un gran número de fieles de la comunidad arquidiocesana de La Plata realizó el sábado 6 de mayo la peregrinación tradicional al santuario de Nuestra Señora de Luján. El arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, presidió la misa concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Alberto Germán Bochatey OSA; monseñor Jorge Esteban González; y monseñor Federico Guillermo Wechsung.

Venimos aquí como peregrinos. Hoy somos peregrinos que viajamos al encuentro de la Madre”, destacó monseñor Fernández en la homilía.

Monseñor Fernández

“No venimos como individuos, sino como pueblo en camino, y cada uno está en medio de este mar de hermanos creyentes que compartimos este viaje hacia el Señor y su Madre. Y eso le da a nuestra oración una potencia especial”, continuó.

Asimismo, expresó que "en este viaje, Cristo mismo vino con nosotros, llevándonos a su Madre, feliz de que nos acerquemos a ella para buscar su consuelo materno, su fuerza, la esperanza que ella nos da”. 

“En realidad estas peregrinaciones nos recuerdan que somos peregrinos, no es que tenemos un día de peregrinación, toda nuestra existencia es una peregrinación. Y no lo digo yo, lo dice la Palabra de Dios con toda claridad en varios hermosos textos. Por ejemplo: ‘Soy peregrino en esta tierra Señor, no me escondas tus preceptos”, agregó.

El arzobispo de La Plata señaló que también “estamos peregrinando en el corazón de Dios, más y más hondo en su misterio. Eso es santificarnos, siempre deseando y buscando más, nunca conformes".

“Vamos por más y por eso llegamos aquí en la presencia de la Madre. Ya que justamente porque somos peregrinos, para no sufrir tanto el desarraigo nos hace falta el abrazo de la Madre. Nuestro camino de peregrinos es sobre todo interior, pero los católicos sabemos que necesitamos signos sensibles, palpables. Hoy el signo es la pequeñita y preciosa Madre que está allí arriba, feliz de habernos reunido a todos en su casa”, concluyó.

» Texto completo de la homilía

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