El arzobispo de la Plata en el día de la Madre argentino Víctor Manuel Fernández: "El poder de la palabra 'mamita'"

Día de la madre
Día de la madre

El arzobispo de La Plata desea a todas las madres "que Dios bendiga su entrega, las llene de paz y premie sus sufrimientos"

"Ojalá que, a pesar de todo, puedan gozar sabiendo que son instrumentos del Creador para dar vida y para cuidar”

“En todas las mujeres se percibe un reflejo de esa mirada de María que comprende y alienta”

(AICA).- Con motivo del Día de la Madre que se celebra este domingo 18 de octubre, el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Fernández, ofreció una reflexión y pidió a Dios que “las llene de gracia en su día y que cuide y fortalezca a sus hijos queridos”.

“Pensando en el día de la madre, -escribe el arzobispo- recordé un párrafo de un relato de Rainer María Rilke. Este escritor checo contaba la historia de Bohusch, un hombre algo deforme, despreciado en su pueblo, que vivía con su madre vieja. Después de narrar muchos sufrimientos de la vida de Bohusch, nos ofrece esta escena preciosa donde ningún detalle es insignificante:

Aquellos dos pequeños seres míseros y lisiados, se miraron un momento en silencio… “Mamita”, le dijo, y su voz era como la de un niño enfermo. La mujer, vieja y temerosa, comprendió. Creció de golpe y se volvió madre. Esa palabra suave, “mamita”, la transformó. Y ella, que hasta ese momento estaba tan desprotegida y desamparada, al extender lentamente los brazos era poderosa. Para Bohusch fue como una vuelta a casa. Él metió su cabeza grande y pesada en el pecho de ella, cerró los ojos, y se sumió en ese amor infinito y profundo sin decir nada”, concluye el relato compartido por el arzobispo de La Plata.

Monseñor Fernández, saludó a las madres: “Una vez más quiero desearles a todas que Dios bendiga la entrega de ustedes, las llene de paz y premie todos los sufrimientos que les ocasione la maternidad”. 

“Que sean como nuevos dolores de parto para gestar algo bueno en la vida de sus hijos. Ojalá que, a pesar de todo, puedan gozar sabiendo que son instrumentos del Creador para dar vida y para cuidar”.

“En todas las mujeres se percibe un reflejo de esa mirada de María que comprende y alienta”, concluyó.

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