La Iglesia de Lima llora la muerte del obispo: "Muy dolidos pero muy unidos" Monseñor Castillo: "Es un día de duelo. Lucho Bambarén es para todos nosotros un verdadero padre"

Lucho Bambarén, una vida entregada
Lucho Bambarén, una vida entregada

"Monseñor Bambarén prefirió siempre el cuidar de los pobres que a su propia persona"

Son las sentidas palabras de Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, por la partida a la Casa del Padre de Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, Obispo Emérito de Chimbote

"Manifiesto mi tristeza y dolor pero también mi esperanza porque tenemos un santo en el cielo que nos va acompañar", agregó el prelado

(Arzobispado de Lima).- «Muy dolidos pero muy unidos, ‘caminando en el amor’ para siempre», son las sentidas palabras de Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, por la partida a la Casa del Padre de Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, Obispo Emérito de Chimbote.

«Es un día de duelo. Lucho Bambarén es para todos nosotros un verdadero padre, que prefirió siempre el cuidar de los pobres que a su propia persona. La muerte del Monseñor Bambarén constituye un día de duelo, sobre todo cuando se celebra el Día de San José, el padre y cuidador de Jesús, lo que implica, además, la labor realizada por el obispo emérito de Chimbote para cuidar los pobres», declaró recientemente Monseñor Castillo al conocer la triste noticia.

Siempre intervino y se puso al servicio de la gente para encontrar a los peruanos, y es uno de los obispos que mejor ha tratado de insertar a la Iglesia en la vida, en el dolor y en las luchas del pueblo, y que ha muerto en el año del Bicentenario.

Monseñor Castillo también recordó que el Obispo Emérito de Chimbote estuvo encargado de todos los pueblos jóvenes de Lima: «Manifiesto mi tristeza y dolor pero también mi esperanza porque tenemos un santo en el cielo que nos va acompañar», agregó el prelado.

Como obispo de Chimbote ha sido un ejemplo de cómo construir una diócesis para la orientación y servicio de los pobres. Su figura profética, su continuación del sentido del anuncio del evangelio y, a pesar de las denuncias de las injusticia, su compromiso con los sectores populares siempre fue muy grande. Su respeto por la política y la religión llevó a diferenciarlas para poder mantener el sentido profético verdadero de la fe.

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