Un pastor que será recordado por su fe, sensibilidad y compromiso Muere monseñor Víctor Manuel Ochoa, obispo castrense de Colombia

Muere monseñor Víctor Manuel Ochoa
Muere monseñor Víctor Manuel Ochoa

Con profundo pesar, la Iglesia Católica en Colombia confirmó el fallecimiento de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien murió el domingo 1 de junio a las 11:55 p.m., luego de varias semanas con complicaciones de salud

Su liderazgo permitió estructurar respuestas efectivas en momentos de emergencia, siempre desde una mirada de compasión, respeto a la dignidad humana y compromiso con los más necesitados

Su capacidad organizativa, su pasión por la formación teológica y su visión pastoral lo convirtieron en una figura muy respetada dentro del Episcopado

En este Año Jubilar de la Esperanza, la Iglesia en Colombia honra la memoria de un hombre que vivió con pasión su vocación y trabajó incansablemente por el bien común

Con profundo pesar, la Iglesia Católica en Colombia confirmó el fallecimiento de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien murió el domingo 1 de junio a las 11:55 p.m., luego de varias semanas con complicaciones de salud. La noticia fue oficializada por el Obispado Castrense, institución que calificó su partida como un momento de "luto de Iglesia y dolor de Patria".

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) también se unió al duelo, recordando a monseñor Ochoa como un hombre de fe inquebrantable, firme defensor de la justicia social y promotor incansable de la formación sacerdotal y la caridad cristiana.

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Nacido en Bello, Antioquia, el 18 de octubre de 1962, Víctor Manuel Ochoa dedicó su vida al servicio religioso. Estudió en el Seminario Conciliar de Medellín y en Roma, donde obtuvo un doctorado en Filosofía en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum).

Falleció monseñor Víctor Manuel Ochoa, obispo auxiliar de Medellín, quien  también fue obispo castrense

Fue ordenadosacerdote por San Juan Pablo II el 5 de julio de 1986, y desde entonces ejerció diversos roles en Colombia y en el exterior: desde formador de seminaristas hasta director de casas de formación en Roma y colaborador en la Comisión para América Latina.

Su camino episcopal comenzó en 2006, cuando fue nombrado Obispo Auxiliar de Medellín. Más adelante, dirigió las diócesis de Málaga-Soatá y Cúcuta, hasta ser designado en 2021 como Obispo Castrense de Colombia, cargo que ocupó hasta su fallecimiento.

Defensa de migrantes y labor humanitaria en la frontera

Durante su episcopado en Cúcuta, una región duramente golpeada por la crisis migratoria venezolana, monseñor Ochoa se convirtió en un actor clave para la atención de migrantes, desplazados y comunidades vulnerables. Promovió la creación de albergues, comedores comunitarios y centros de atención integral, coordinando esfuerzos con Cáritas Diocesana y agencias internacionales.

Su liderazgo permitió estructurar respuestas efectivas en momentos de emergencia, siempre desde una mirada de compasión, respeto a la dignidad humana y compromiso con los más necesitados.

En el ámbito institucional, monseñor Ochoa dejó una huella imborrable. Se desempeñó como presidente de la Comisión Episcopal de Doctrina, miembro del Comité Económico de la CEC, y líder del Consejo Superior de la Fundación MASC, trabajando por el bienestar de sacerdotes y obispos eméritos.

Su capacidad organizativa, su pasión por la formación teológica y su visión pastoral lo convirtieron en una figura muy respetada dentro del Episcopado.

Un pastor recordado por su fe, sensibilidad y compromiso

Además de su labor pastoral, monseñor Víctor Manuel Ochoa era conocido por su admiración por la naturaleza, especialmente por las orquídeas, lo que reflejaba su sensibilidad espiritual y su amor por la creación. A pesar de enfrentar problemas de salud, se mantuvo activo, entregado al servicio de la Iglesia y de las Fuerzas Armadas.

La Conferencia Episcopal y el Obispado Castrense invitan a los fieles a orar por el eterno descanso de su alma, confiando en la promesa del Evangelio: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá" (Jn 11,25).

En este Año Jubilar de la Esperanza, la Iglesia en Colombia honra la memoria de un hombre que vivió con pasión su vocación y trabajó incansablemente por el bien común.

Imágenes de In memoriam libres de derechos | Depositphotos

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