“Hemos venido a arropar a dos hermanos nuestros que han sido calumniados estos últimos días” El Nuncio en Ecuador, monseñor Carrascosa, acusa a los medios de “mentiras y caluminas” y de “asesinar” mediáticamente a monseñor Parrilla

NUncio Carrascosa
NUncio Carrascosa

“Monseñor Julio Parrilla, le transmito el afecto y el apoyo del Papa Francisco"

“No podemos generalizar. Hay medios que lo han hecho seriamente, pero otros lo han hecho sin ninguna profesionalidad y sin ninguna ética”

nció públicamente a Parrilla y, quizás, también a los medios que se hicieron eco de esa denuncia: “Conocemos muy bien nombres y apellidos. Y este país no se merece esto”. Y concluyó su intervención con un “¿queda claro?”

“en una sociedad sana, todos los ciudadanos tenemos derecho a reclamar que haya ética en quien tiene un poder tan grande como el de la prensa. No se puede asesinar a las personas en los medios de comunicación gratuitamente y con mentiras”

No es habitual que un Nuncio papal, en plena misa, acuse a los medios de comunicación de falta de profesionalidad y de ética. Más aún de “asesinar a las personas” con sus informaciones calumniosas. Lo hizo el representante papal en Ecuador, el español Andrés Carrascosa, para defender públicamente de un supuesto linchamiento mediático al hasta ahora obispo de Riobamba, el también español Julio Parrilla.

Andrés Carrascosa tiene carácter y, cuando quiere, hace notar su mando en plaza. Como hizo en la toma de posesión del nuevo administrador apostólico de Riobamba, monseñor Bolívar Piedra, tras la renuncia del hasta ahora titular, monseñor Julio Parrilla.

Misa del Nuncio en Riobamba
Misa del Nuncio en Riobamba

Con gesto serio y tono autoritario, quiso dejar claro que su presencia en la eucaristía de toma de posesión del nuevo administrador apostólico (algo que no suele ser habitual en el desempeño de su labor) tenía un objetivo muy concreto: “Hemos venido a acompañar a la diócesis de Riobamba, a arropar a dos hermanos nuestros que han sido calumniados estos últimos días”.

Y a renglón seguido su advertencia tajante y perentoria a los medios: “Quiero decir algo alto y claro, y espero que los medios de comunicación tomen nota. Sobre todo, aquellos que se han dedicado a calumniar”.

Porque “es absolutamente falso”, como publicó una agencia de prensa, “que el Papa Francisco haya destituido a monseñor Julio Parrilla”. Y, para dar más autoridad a su afirmación, explica que “el día en que monseñor Julio Parrilla cumplió los 75 años, el 25 de marzo, estuve 40 minutos de audiencia privada de trabajo con el Papa Francisco y sé perfectamente lo que piensa de monseñor Julio Parrilla y del padre Gerardo Nieves. Quiero que quede claro que todo lo que ha salido fuera de esto es mentira”.

NUncio en Ecuador
NUncio en Ecuador

Al darse cuenta de que está generalizando, Carrascosa matiza: “No podemos generalizar. Hay medios que lo han hecho seriamente, pero otros lo han hecho sin ninguna profesionalidad y sin ninguna ética”.

Por eso, el nuncio en Ecuador cree que “en una sociedad sana, todos los ciudadanos tenemos derecho a reclamar que haya ética en quien tiene un poder tan grande como el de la prensa. No se puede asesinar a las personas en los medios de comunicación gratuitamente y con mentiras”.

Y vuelve a repetir que quiere que quede bien clara la estima del Papa Francisco hacia el obispo emérito de Riobamba: “Monseñor Julio Parrilla, le transmito el afecto y el apoyo del Papa Francisco. Él estaba muy al corriente de que usted lleva diciendo, desde hace año y medio, que, después del 25 de marzo, no podía continuar”.

Parrilla y Nieves
Parrilla y Nieves

Y el nuncio explica la causa: “Porque este señor, que sonríe siempre, tiene una salud que no lo acompaña y que le ha hecho sufrir. Y se ha dejado la vida en estas tierras. Y, por eso, el Papa Francisco le aceptó la renuncia prácticamente en un mes y se publicó el día 28”.

Tras aclarar que la aceptación de la renuncia del obispo coadjutor electo, Gerardo Nieves, fue “por motivos personales”, volvió a acudir a la autoridad papal para apuntarla su cerrada defensa del caso Parrilla: “Hablé largo y tendido con él sobre este tema. Y, si hay alguien que sabe lo que piensa (el Papa), soy yo, modestamente, porque nadie estaba en esa audiencia y nadie lleva todos estos años informando al Papa, hablándole y escuchándole, como estoy haciendo yo”.

Y tras el argumento de autoridad, el delegado papal extrae consecuencias: “Me da vergüenza que, después de una semana, no haya habido petición de disculpas”. Quizás por eso, su siguiente frase suena a clara amenaza hacia la misionera, Julia Serrano, que denunció públicamente a Parrilla y, quizás, también a los medios que se hicieron eco de esa denuncia: “Conocemos muy bien nombres y apellidos. Y este país no se merece esto”. Y concluyó su intervención con un “¿queda claro?”

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