Alarmados por la violenica, reclaman una agenda y un itinerario político y social que reconozca la diversidad Obispos de Chile llaman al diálogo en la Araucanía, por la paz y la justicia

Protesta en Chile
Protesta en Chile

Ante los últimos episodios de violencia en la región de la Araucanía, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile hace un apremiante llamamiento a todos los actores involucrados

Animam a dar "pasos efectivos y audaces" para establecer una agenda que se encamine a hacer frente a los "grandes y legítimos temas de fondo, causa del descontento"

Recuerdan el mensaje de Francisco en la Araucanía: “ara avanzar en la construcción de una unidad cívica y social, se necesita y reclama auténticos artesanos que sepan armonizar las diferencias”

(Vatican News).-“En estos difíciles momentos hacemos un llamado a construir una paz auténtica y sólida que sea fruto de la justicia y del diálogo amplio, sin exclusiones, entre los líderes indígenas, los actores políticos, sociales, económicos y académicos, dejando de lado cualquier expresión de intolerancia”, lo afirman los Obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), a través de un mensaje – publicado en la página web de la CECh – en la que expresan un profundo dolor y una enorme preocupación "por las graves consecuencias de los episodios violentos ocurridos en el último tiempo en la región, entre ellos la muerte de compatriotas, mapuche y no mapuche, hechos que en su momento fueron condenados de manera transversal y que además han sido y están siendo juzgados por los tribunales.

Reconocer la diversidad para una convivencia armónica

Los Prelados recuerdan en su Mensaje que, la historia "no se cansa de enseñarnos que toda acción de violencia sólo produce nuevas injusticias, dolor, pobreza y más violencia, aumentando las fracturas sociales, de por sí difíciles de sanar". Y piden que la totalidad de los actores "mediante el diálogo y los acuerdos deben ser capaces de reconocer la diversidad propia de una región donde la multiculturalidad está desde siempre presente". Por ello, los Obispos estiman que en la unidad propia de un Estado pluricultural es posible reconocer la valiosa diversidad, que "permita la convivencia armónica de todos", junto a un desarrollo político y social justo.

Consensuar una agenda y un itinerario político y social

"Constatamos y compartimos la preocupación de muchos por el camino inconcluso en los procesos de verdad histórica, reconciliación, nuevo trato, reparación, política de tierras y de una nueva institucionalidad indígena – manifiestan los Prelados – procesos a los que el Estado se ha comprometido, incluso, con la ratificación de tratados internacionales". Y señalan que, "los temas de fondo, causa de la situación que vivimos, (....) Se trata de temas de gran relevancia que permanecen vigentes, sin lograr avances ni soluciones concretas, lo que es, principalmente, responsabilidad de las autoridades públicas de los diversos poderes del Estado llamados a su ejecución".

Para avanzar en los temas históricos y culturales, afirman los Pastores chilenos, "se requiere que los actores involucrados den pasos efectivos y audaces para consensuar una agenda y un itinerario político y social que, con visión de país, se encamine a hacer frente a estos grandes y legítimos temas de fondo, causa del descontento".

Se requiere de un proceso de verdadera «reconversión»

En la declaración se indica que el país requiere de un proceso de "verdadera «reconversión» que le permita emigrar hacia una auténtica interculturalidad, donde cada persona pueda vivir libre y plenamente su propia identidad, convicciones y cosmovisiones, sin otro límite que el bien común", llamando en estos difíciles momentos "a construir una paz auténtica y sólida que sea fruto de la justicia y del diálogo amplio, sin exclusiones, entre los líderes indígenas, los actores políticos, sociales, económicos y académicos, dejando de lado cualquier expresión de intolerancia".

Avanzar en la construcción de una unidad cívica y social

Los Obispos finalizan su interpelación recordando el mensaje del Papa Francisco en la Araucanía, del 17 de enero de 2018, en la que señalaba que, para avanzar en la construcción de una unidad cívica y social, se “necesita y reclama auténticos artesanos que sepan armonizar las diferencias”, pidiendo retomar cuanto antes estas instancias de diálogo y búsqueda de acuerdos e invitando "a orar por la Araucanía, para que el Espíritu de Dios suscite en autoridades y dirigentes sabias decisiones que nos encaminen a un diálogo fructífero por la paz y justicia, con la esperanza que brota del Evangelio".

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