La Iglesia pide al expresidente Zelaya que reconozca públicamente la matanza Obispos de Honduras exigen justicia cuando se cumplen 50 años de la masacre de los Horcones en 1975

Misa en memoria de la masacre de los Horcones en 1975
Misa en memoria de la masacre de los Horcones en 1975

"El Estado hondureño tiene una deuda con el campesinado": En la masacre de Los Horcones, en 1975, en la que fueron asesinadas 14 personas, entre campesinos y religiosos

A 50 años de la matanza, la Iglesia católica exige "justicia", que "haya un reconocimiento" de este "hecho atroz" y un compromiso del Gobierno para "retomar la demanda nacional por una reforma agraria para que podamos avanzar hacia escenarios nuevos de mayor justicia y eso nos conduzca hacia la paz verdadera"

"Después de la masacre de Los Horcones ha habido derramamiento de sangre continua, y si no se aborda el tema agrario de manera profunda, penosamente seguirá siendo parte del paisaje hondureño", advierten

La Iglesia católica de Honduras conmemoró este miércoles el 50 aniversario de la masacre de Los Horcones, ocurrida en 1975, en la que fueron asesinadas 14 personas, entre campesinos y religiosos, y exigió al expresidente hondureño Manuel Zelaya reconocer públicamente lo ocurrido y pedir perdón en nombre de su padre, José Manuel Zelaya, ya fallecido, quien estuvo vinculado al crimen.

La conmemoración se llevó a cabo con una misa oficiada por el sacerdote jesuita Gregorio Vásquez, en El Progreso, departamento norteño de Yoro, a la que asistieron familiares de las víctimas, dirigentes campesinos y sacerdotes.

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El Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), dirigido por jesuitas, hizo un llamado al expresidente Zelaya para que reconozca públicamente la matanza ocurrida el 25 de junio de 1975 y pida «perdón en nombre de su padre».

La masacre de Los Horcones 'fue un hecho doloroso que no debemos olvidarâ€

Justicia y perdón

A 50 años de la matanza, la Iglesia católica exige «justicia», que «haya un reconocimiento» de este «hecho atroz» y un compromiso del Gobierno para «retomar la demanda nacional por una reforma agraria para que podamos avanzar hacia escenarios nuevos de mayor justicia y eso nos conduzca hacia la paz verdadera», dijo a EFE el director del ERIC, Ismael Moreno.

El Estado hondureño tiene una deuda con el campesinado. La conflictividad agraria es de las mayores que tenemos en el país. Después de la masacre de Los Horcones ha habido derramamiento de sangre continua, y si no se aborda el tema agrario de manera profunda, penosamente seguirá siendo parte del paisaje hondureño», advirtió.

Moreno afirmó que la masacre significó el fin de un proceso de reforma agraria que en ese momento comenzaba a gestarse en el país.

El padre del exgobernante hondureño estuvo involucrado en la matanza de Los Horcones, donde fueron asesinadas 14 personas de muchas que marchaban hacia Tegucigalpa para asistir a una protesta de campesinos contra el hambre y a exigir tierras.

En días recientes, el expresidente Zelaya comentó que su padre estuvo preso «más de siete años porque prestó la casa», donde se cometió «un grave crimen», del que responsabilizó a los militares.

«Mi padre sufrió en una cárcel, cumplió una pena bastante larga, más de siete años y yo me tuve que ir a trabajar a Olancho», subrayó Zelaya en declaraciones al canal local 3.

"Fuerzas Armadas: Nueve de las catorce personas fueron asesinadas con 'un fusil 22 Magnum, proporcionado por José Manuel Zelaya'"

Honduras: 50 años de los mártires de Los Horcones | Diario QuienOpina.Com |  Noticias de Honduras

Según un comunicado del Consejo Superior de las Fuerzas Armadas de Honduras, el padre del exgobernante, uno de los principales asesores y esposo de la presidenta actual, Xiomara Castro, señala que 9 de las 14 personas fueron asesinadas con «un fusil 22 Magnum, proporcionado por José Manuel Zelaya».

En 1975, cuando gobernaba el general Juan Alberto Melgar Castro, ya fallecido, quien el 22 de abril de ese año sustituyó al también general golpista Oswaldo López Arellano, el Ejército apoyó a los terratenientes para desalojar violentamente a los campesinos organizados en la Unión Nacional de Campesinos (UNC), que reclamaban derechos sobre la tierra en el departamento de Olancho, este de Honduras.

Las 14 víctimas, que se dirigían a Tegucigalpa para participar en una marcha nacional contra el hambre convocada por la UNC, fueron interceptadas en Olancho.

La noche anterior a la movilización, pernoctaron en el Centro de Capacitación Santa Clara, de donde fueron desalojadas por agentes de la desaparecida Dirección de Investigación Criminal (DIC), un cuerpo encubierto de la Policía vinculado a las Fuerzas Armadas y responsable de desapariciones forzadas.

Después de ser asesinadas, las 14 personas fueron arrojadas al fondo de un pozo malacate, en un intento de los militares y terratenientes responsables del crimen múltiple por borrar toda evidencia.

Entre las víctimas de esa masacre figuran los sacerdotes Casimiro Cypher (estadounidense) e Iván Betancourt (colombiano) y Máximo Aguilera, padre de Lucas Aguilera, dirigente del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH).

Algunos de los responsables de la masacre de Los Horcones que fueron condenados recuperaron su libertad en 1980, gracias a un indulto otorgado durante la fase final de los regímenes militares en Honduras, bajo el gobierno del general Policarpo Paz García, ya fallecido.

Después de la misa, fue presentado el documental «Entre la memoria y el olvido», para «dar voz al silencio y mantener viva la memoria y la verdad», según el Eric. 

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