El sacerdote católico Juan Domingo Álvarez Gutiérrez fue detenido por la Policía cuando se manifestaba contra la dictadura de Daniel Ortega Obispos de Nicaragua condenan brutal represión contra manifestación y detención ilegal de sacerdote

Obispos de Nicaragua condenan brutal represión del gobierno contra los manifestantes y las detenciones ilegales
Obispos de Nicaragua condenan brutal represión del gobierno contra los manifestantes y las detenciones ilegales

Jerarcas católicos reprueban la represión y aseguran que manifestantes ejercían su legítimo derecho a la manifestación y movilización.

Ortega ha impuesto un estado de sitio de facto en el país, con prohibición de todos los derechos políticos para los nicaragüenses.

Entre los detenidos, estaban ex ministros, personalidades políticas, sindicalistas, líderes de movimientos sociales, ex guerrilleros de la lucha contra la dictadura de Somoza y el sacerdote católico Juan Domingo Gutiérrez

Los Obispos de Nicaragua han condenado la brutal represión ejecutada a manu militari contra manifestantes pacíficos que planeaban llevar a cabo una marcha contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo la tarde de este sábado 16 de marzo (madrugada del domingo 17 en la España peninsular).

La oposición (en el marco de un proceso de negociación con el Ejecutivo de Ortega abierto el pasado 27 de febrero, con la mediación del Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag) había convocado a la manifestación como un pulso al régimen autoritario de Nicaragua, quien ha impuesto un estado de sitio de facto en el país, con prohibición de todos los derechos políticos para los nicaragüenses.

Según datos de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y de la prensa local, más de 107 personas fueron detenidas durante la jornada violenta del sábado, que se saldó nuevamente con jóvenes vapuleados por las fuerzas de seguridad del régimen, quiénes se refugiaron en edificios y comercios ubicados en la céntrica avenida Rubén Darío de Managua para resguardarse de los exabruptos policiales.

Entre los detenidos, estaban ex ministros, personalidades políticas, sindicalistas, líderes de movimientos sociales, ex guerrilleros de la lucha contra la dictadura de Somoza Debayle y el sacerdote católico Juan Domingo Gutiérrez Álvarez, vicario de la iglesia San Agustín de la Arquidiócesis de Managua.

“Mi oración por todos los detenidos por la Policia hoy en Managua por ejercer su derecho constitucional de manifestarse. Especialmente mi cercanía y solidaridad con el sacerdote P. José Domingo Gutiérrez, quien fue detenido llevando pacíficamente en mano una bandera de la Iglesia”, manifestó el obispo auxiliar de Managua, el carmelita descalzo Silvio José Báez, desde su cuenta de Twitter.

Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa (centro de Nicaragua) y primo del sacerdote arbitrariamente detenido por hacer uso de su derecho constitucional a la manifestación; aseguró su oración por todos aquellos que habían sido privados de su libertad.

“Con los encarcelados de esta tarde me solidarizo, entre los cuales está mi primo Padre Juan Domingo Gutierrrez Alvarez", dijo el jerarca católico, desde la cuenta de Twitter @DiocesisdeMat. Cabe señalar que en su Catedral, el obispo permitió a un grupo de jóvenes usar el atrio de la Iglesia Catedral de Matagalpa para realizar su protesta pacífica y así poder resguardarse rápidamente en caso que apareciera la Policía política del régimen.

Por su parte, Monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, obispo de Jinotega (norte de Nicaragua). manifestó su indignación por la nueva ola represiva emprendida por el régimen orteguista en Managua y aseguró que el padre Juan Domingo Gutiérrez Álvarez estaba haciendo uso de sus derechos, que le asisten como ciudadano y católico.

“Desde Jinotega, nuestra solidaridad con los ciudadanos que han sido encarcelados por ejercer su legítimo derecho a la movilización pacífica. Como Iglesia también nos solidarizamos con el Pbro. Juan Domingo Gutiérrez, que como ciudadano y católico también estaba en la movilización”, subrayó el líder católico de la Diócesis de Jinotega.

En la ciudad colonial de Granada (suroriente de Nicaragua), Monseñor Jorge Solórzano Pérez manifestó que la represión contra ciudadanos y periodistas era totalmente condenable y aseguró que el Señor seguía siendo el punto que fortalece la lucha del pueblo nicaragüense.

Condenable la represión sufrida el día de hoy a ciudadanos y periodistas por parte de la policía. Mis oraciones por los detenidos y agredidos. ¡El Señor siga siendo nuestra fuerza!”, puntualizó el obispo.

Labor del nuncio

Por su parte, la Policía -brazo político de la dictadura nicaragüense-, aseguró que la manifestación política reprimida con dureza “ponía en riesgo el orden público”. Así mismo, aseguraron que pondrían en libertad a los manifestantes capturados y vapuleados por mediación del Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag.

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