(ADN Celam).- Los Obispos de Cuba han presentado su Plan pastoral para el periodo 2023-2030 “ desde un profundo agradecimiento al Señor” sobre todo inspirados por la fuerza del Espíritu que “nos sorprende continuamente con la santidad de tantos de sus hijos, nos interpela y desinstala saludablemente para encontrarlo en la vida de los hermanos”.

Han agradecido a los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y fieles laicos de las comunidades cristianas por “el testimonio de oración y de caridad, por hacer presente en esta tierra el Reino de Dios con su permanencia y fidelidad, por las innumerables iniciativas pastorales que ofrecen a tantos”.

Toda vez que “colocamos en sus manos este Plan pastoral”, el cual “es fruto de lo que ustedes han orado y compartido a lo largo de estos años y enriquecido durante el proceso sinodal en sus fases comunitarias y diocesanas”.

Caminando

Peregrinos de la Esperanza

Indicaron que este Plan está “matizado por el camino sinodal al que nos invita el Papa Francisco”, por ende, “tendrá un momento fuerte del Espíritu durante el próximo Jubileo del año 2025 que, con el lema: Peregrinos de la Esperanza”.

“Nos hará tomar renovada conciencia de pueblo en camino hacia la Casa del Padre Celestial. Esa certeza de que hay un Hogar para todos nosotros, donde nos cobijará en su Amor la Santa Trinidad, es justamente lo que sostiene nuestros desvelos y esfuerzos, para que llegue a cada cubano la Buena Noticia de la Salvación”, han señalado.

Se han encomendado a la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad, porque “es delante de la Madre donde se favorece el reconocimiento de que todos somos hijos y por tanto, hermanos. Que Ella cuide con su perenne intercesión la puesta en marcha, el dinamismo y el compromiso pastoral a que éste Plan nos invita”.

Camino de apropiación

Los prelados han señalado que no pretenden “hacer un análisis sociológico o teológico exhaustivo de la realidad cubana, aunque reconocemos el valor de ambos estudios”, pero tampoco desean generar un documento más ni llenar espacios vacíos.

Su deseo es inspirar “acciones evangelizadoras, generar sueños y dinamismos que nos permitan tener un horizonte común y caminar hacia él, acompañándonos mutuamente”.

Por ello, corresponderá a cada diócesis, parroquia, comunidad cristiana, comisiones de pastoral, “apropiarse de este Plan y traducirlo en su propia realidad”, puesto que fue elaborado a partir de “la reflexión y discernimiento de los coordinadores diocesanos de pastoral”.