Solicitan al Estado colombiano una solución integral que resuelva las causas estructurales Obispos de Colombia alertan ante la agudización del conflicto armado: "Hay que ir a la raíz estructural"

Obispos colombianos: Afianzar la construcción de paz ante la agudización del conflicto
Obispos colombianos: Afianzar la construcción de paz ante la agudización del conflicto

Convocaron al Gobierno Nacional e instancias estatales, "a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y líderes sociales, tanto a Leyner Palacios como a los otros liderazgos que están en riesgo"

Igualmente, solicitaron prestar atención ante las alertas por posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales

En un comunicado conjunto los Obispos de la Región del Pacífico y Suroccidente de Colombia, expresaron una vez más su preocupación y advertencia por la agudización del conflicto en estas zonas territoriales y en otras regiones del país.

“En diversos momentos hemos advertido sobre las dificultades que viven muchas personas en el territorio del Pacífico y Suroccidente, y hemos solicitado al Estado colombiano una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”.

Estos territorios, compuestos en su mayoría por afrodescendientes, indígenas y mestizos, ha sido uno de los más golpeados por la violencia, en este sentido los prelados expresaron “alzamos nuevamente nuestra voz de pastores y hacemos un llamado a retomar el sendero de la paz en la perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, los Derechos de los Pueblos y el Derecho Internacional Humanitario".

En su mensaje convocaron al Gobierno Nacional como a otras instancias estatales, “a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y líderes sociales, tanto a Leyner Palacios como a los otros liderazgos que están en riesgo”. Igualmente, solicitaron prestar atención ante las alertas por posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales.

También reafirmaron su llamado para buscar salidas políticas y pacíficas al conflicto armado, de manera especial con el ELN, con las AGC y estructuras similares. “Esperamos la respuesta sincera de los diversos actores, mediante gestos concretos de verdadera voluntad de paz”.

Finalmente, pidieron a los colombianos continuar en permanente oración y seguir trabajando con compromiso en la construcción de un país equitativo, fraterno y sin violencia.

El mensaje fue suscrito por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali; Mons. Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Popayán; Mons. Juan Carlos Barreto Barreto, Obispo de Quibdó; Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de Istmina – Tadó; Mons. Hugo Alberto Torres Marín, Obispo de Apartadó, Mons. Luis Albeiro Maldonado, Obispo de Mocoa – Sibundoy; Mons. Rubén Darío Jaramillo Montoya, Obispo de Buenaventura; Mons. José Saúl Grisales, Obispo de Ipiales; Mons. Orlando Olave, Obispo de Tumaco; Mons. Edgar de Jesús García Gil, Obispo de Palmira.

Texto completo del comunicado

enero 11 de 2020

COMUNICADO

Afianzar la construcción de paz ante la agudización del conflicto.

“Voz del que clama en el desierto: preparen el camino del Señor, hagan derechas sus sendas” (Isaías 40, 3-5).

Los Obispos de la Región del Pacífico y Suroccidente de Colombia, expresamos nuestra solidaridad a los habitantes del Departamento del Chocó, a la Diócesis de Quibdó y a los pobladores de otras regiones de Colombia en las cuales se ha agudizado el conflicto social y armado.

En diversos momentos hemos advertido sobre las dificultades que viven muchas personas en el territorio del Pacífico y Suroccidente, y hemos solicitado al Estado colombiano una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria.

Teniendo en cuenta las últimas informaciones sobre la dramática situación en la que se encuentran las comunidades indígenas y afrodescendientes que viven en Bojayá, Bajo Atrato y Urabá; así como las comunidades de las cuencas de los ríosSan Juan y Baudó (Chocó), Raposo (Buenaventura) y en los municipios de Nuquí (Chocó), Magüí Payán, Olaya Herrera-Satinga (Nariño) y del departamento de Putumayo, principalmente del municipio de Puerto Guzmán; alzamos nuevamente nuestra voz de pastores y hacemos un llamado a retomar el sendero de la paz en la perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, los Derechos de los Pueblos y el Derecho Internacional Humanitario.

Convocamos al Gobierno Nacional como a otras instancias estatales, a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y líderes sociales, tanto a Leyner Palacios como a los otros liderazgos que están en riesgo. Así mismo, a atender las alertas por posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales, expresadas por organizaciones sociales y de derechos humanos, y por la Diócesis de Quibdó desde años anteriores, y reiteradas en los últimos dos años.

Por su parte, los grupos armados deben entender su condición de agresores de la población civil, y por lo tanto, asumir el rechazo del que son objeto a causa de sus acciones delictivas.  

En el comienzo del nuevo año, en medio de la zozobra en la que viven tantos ciudadanos colombianos, reafirmamos la necesidad de encontrar salidas políticas y pacíficas al conflicto armado: con ELN para lograr un acuerdo de paz; y con las AGC y estructurassimilares, para que se posibilite un acogimiento colectivo a la justicia. Esperamos la respuesta sincera de los diversos actores, mediante gestos concretos de verdadera voluntad de paz.

El Dios de la vida nos ayude a continuar dando pasos hacia la terminación de todas las violencias, tal como nosha animado el Papa Francisco en el mensaje de la Jornada Mundial de Oración por la Paz, del primero de enero de 2020: “La Paz como camino de Esperanza: Diálogo, Reconciliación y Conversión ecológica”.

Pedimos al pueblo colombiano oración y compromisoen la construcción de un país equitativo, fraterno y sin violencia.

Firmas
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