El obispo nicaragüense tilda a Ortega de "derrotado, digno de lástima" Silvio Báez: "Ninguna cruz es definitiva, tampoco los poderes tiránicos"

Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua
Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua

El obispo nicaragüense Silvio Báez señaló este domingo a los "poderes tiránicos e injustos" de estar destruyendo Nicaragua, que lleva tres años seguidos de contracción económica

Pidió a los políticos del país "construir entre todos una convivencia nueva basada en la solidaridad, la libertad y la justicia", y a la población "perseverar" en el marco de las elecciones generales que se celebrarán en noviembre próximo

El obispo nicaragüense Silvio Báez señaló este domingo a los "poderes tiránicos e injustos" de estar destruyendo Nicaragua, que lleva tres años seguidos de contracción económica.

Durante su homilía, dedicada a la resurrección de Jesús, Báez, obispo auxiliar de Managua, también comentó que "los que aparentemente tienen el poder, son unos derrotados dignos de lástima", en alusión al Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, al que ha tildado de "dictadura".

"Quiero decirles hermanos que en esta solemne fiesta de pascua, lo que dije al inicio: ninguna cruz es definitiva, la muerte no tiene la última palabra como tampoco la tienen los poderes tiránicos e injustos como el que esta destruyendo a Nicaragua", dijo Báez en su homilía transmitida a través de redes sociales.

El religioso, quien se encuentra fuera de Nicaragua desde hace dos años por decisión del papá Francisco por motivos de seguridad, indicó que "el príncipe de este mundo ha sido derrotado, (y) los que aparentemente tienen el poder" en Managua, "son unos derrotados dignos de lástima".

"Hermanos, a como les dije hace dos años, así como Cristo crucificado resucitó, también nuestro pueblo crucificado resucitará", agregó.

Pide a los nicaragüenses perseverar

El influyente obispo dijo que el cambio que Nicaragua necesita "va a llegar porque el Señor ha vencido el poder tiránico, la violencia e injusticia que han hecho pedazos nuestra patria", pero que los nicaragüenses no deben esperar "soluciones milagrosas".

"El cambio va a llegar, pero no milagrosamente, sino a través de la perseverancia nuestra. No perdamos la capacidad de soñar una patria distinta", anotó el jerarca, que parafraseó una frase del poeta nicaragüense Rubén Darío: "Sí la patria es pequeña, uno grande la sueña".

Báez observó que "sólo nuestro esfuerzo cotidiano, perseverante y pacifico por construir una nación como los nicaragüenses nos merecemos, lo hará posible"

"El Señor resucitado está de parte de los pobres, está de parte de los presos políticos, está de parte de los perseguidos, está de parte de las víctimas que claman justicia y hay que responder dando justicia, y está de parte de los pueblos oprimidos como el de Nicaragua", continuó.

"No perdamos la esperanza (...), más pronto de lo que esperamos Nicaragua resucitará", insistió.

Mensaje a los políticos

El obispo nicaragüense también instó a los políticos del país a no ponerse "zancadillas", y "no acaparar puestos y privilegios", en el marco de las elecciones generales que se celebrarán en noviembre próximo.

Báez los exhortó a tener un espíritu de comunión, de respeto recíproco, de "correr juntos, sin competir" a como lo hicieron los apóstoles Juan y Pedro "para llegar y ver el sepulcro del Señor que había resucitado".

"En la sociedad es urgente superar los egoísmos estériles y las confrontaciones inútiles que hacen de la convivencia social una grotesca competencia", apuntó.

"Nuestra sociedad está necesitando urgentemente de personas y grupos dispuestos a correr sin ponerse zancadillas unos a otros. Los líderes políticos deben correr no para llegar primero y acaparar puestos y privilegios, sino para construir entre todos una convivencia nueva basada en la solidaridad, la libertad y la justicia", instó.

Nicaragua tiene previsto celebrar elecciones nacionales el 7 de noviembre de 2021 y el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que retornó al poder en enero de 2007, busca conservarlo por cinco años más.

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