"Toda injusticia contra la tierra… es también una injusticia contra el ser humano": Diquattro Spengler: "No podemos hacer concesiones con la cultura de la muerte. Todos estamos llamados a proteger la tierra"
Subida del nivel del mar, desaparición de glaciares, olas de calor, islas que se hunden, expropiaciones de tierra y saqueo de riquezas minerales…"
En un encuentro convocado por la Iglesia Católica en el Colegio Santa Catalina de Sena, representantes eclesiales de los cinco continentes, científicos, líderes indígenas y actores sociales trazaron los contornos de la 'ecología integral' basada en la justicia climática
Asia denuncia que fenómenos como la subida del nivel del mar, la desaparición de glaciares y el incremento de olas de calor convierten a millones en víctimas directas de injusticias climáticas que requieren respuesta urgente y ambiciosa
Región del Pacífico puso la tragedia regional con palabras simples y duras: islas que "se están hundiendo" y comunidades que pierden su modo de vida
África y Madag: "África no es una mina de oro para saquear. La extracción y en la apropiación de minerales estratégicos, profundiza la pobreza, genera conflictos y empuja a la juventud a la migración forzada"
"La ciencia es muy clara… cada 0,1 °C de calentamiento produce impactos y riesgos sustancialmente mayores", alerta la profesora y ecóloga Ima Vieira y advierte sobre las falsas soluciones, como ciertos esquemas de créditos de carbono o geoingeniería
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| Micaela Alejandra Díaz
(ADN Celam).- En un encuentro convocado por la Iglesia Católica en el Colegio Santa Catalina de Sena, representantes eclesiales de los cinco continentes, científicos, líderes indígenas y actores sociales trazaron los contornos de la “ecología integral” basada en la justicia climática.
Conversión ecológica una renovación interior
El Simposio “La Iglesia Católica en COP30: Caminos hacia la Ecología Integral — Reflexionando sobre la Justicia Climática y la Conversión Ecológica” reunió voces que exigieron medidas políticas claras, atención científica rigurosa y el protagonismo de las comunidades locales.
La bienvenida de Mons. Júlio Endi Akamine, nuevo arzobispo metropolitano de Belém do Pará, y el Nuncio Apostólico en Brasil, Mons. Giambattista Diquattro, situaron el tono: la COP30 en Belém no es un punto más en la agenda técnica, es “una llamada a la conversión” y a escuchar “el clamor de la tierra y el clamor de los pobres”.
El Nuncio recordó la continuidad del magisterio reciente al afirmar que la crisis ecológica “no puede ser comprendida solo como una cuestión técnica o económica” y que la conversión ecológica exige una renovación interior: “Toda injusticia contra la tierra… es también una injusticia contra el ser humano”. El mensaje señaló que para la Iglesia la ecología es inseparable de la justicia social.
"Todos estamos llamados a ser semillas de esperanza de un futuro nuevo"
Durante su intervención, el cardenal Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre, presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) y presidente del Consejo Episcopal latinoamericano y Caribeño (Celam), llamó a asumir el cuidado de la creación como una dimensión esencial de la paz y de la vida humana. “Si verdaderamente se quiere promover el entendimiento entre los pueblos y se desea la paz, es preciso cuidar la tierra, la creación y educar para ello”, dijo, citando al Papa León XIV.
"Las soluciones a la crisis ambiental no pueden reducirse a ajustes técnicos o financieros, deben integrar las cosmovisiones y prácticas de los pueblos originarios y de las comunidades ribereñas, quienes nos convocan a resistir el consumismo y a reducir lo superfluo, en otras palabras, a la conversión"
El cardenal advirtió que la paz no solo se ve amenazada por los conflictos armados, sino también “por la falta de respeto a la creación, por el saqueo de los recursos naturales y por el progresivo deterioro de la calidad de vida debido al cambio climático”. En ese sentido, insistió en que las soluciones a la crisis ambiental “no pueden reducirse a ajustes técnicos o financieros”, sino que deben integrar “las cosmovisiones y prácticas de los pueblos originarios y de las comunidades ribereñas”, quienes —dijo— “nos convocan a resistir el consumismo y a reducir lo superfluo, en otras palabras, a la conversión”.
El cardenal Spengler señaló que “habitar el planeta es más que tener una residencia”, y que ese modo de estar en el mundo “debe ser pensado y asumido con un entrelazamiento cultural y ético que promueva el medio ambiente y la vida”. Y remarcó: “Necesitamos poner el cuidado de la vida en el centro de nuestras decisiones. No podemos hacer concesiones con aquello que se denomina la cultura de la muerte. Todos estamos llamados a ser semillas de esperanza de un futuro nuevo”.
Marco ético y denuncias contra modelos extractivistas
El cardenal Filipe Neri António Sebastião do Rosário Ferrão, presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), presentó la declaración conjunta de las iglesias del Sur Global como “un marco ético y espiritual para la crisis climática”. Desde Asia se insistió en que fenómenos como la subida del nivel del mar, la desaparición de glaciares y el incremento de olas de calor convierten a millones en víctimas directas de injusticias climáticas que requieren respuesta urgente y ambiciosa.
En esa misma línea, el cardenal Fridolin Ambongo, Presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), denunció el saqueo histórico de recursos: “África no es una mina de oro para saquear”, dijo, y advirtió que el modelo económico actual, basado en extracción y en la apropiación de minerales estratégicos, profundiza la pobreza, genera conflictos y empuja a la juventud a la migración forzada.
Las intervenciones del Sur Global coincidieron en que hace falta un cambio de sistema que ponga al ser humano y al bien común en el centro.
La urgencia de la acción
Los representantes de la región del Pacífico pusieron la tragedia regional con palabras simples y duras: islas que “se están hundiendo” y comunidades que pierden su modo de vida. El arzobispo Ryan Jiménez comentó el dramático llamado de Tuvalu al Papa: “Nos estamos hundiendo”, y denunció la insuficiencia de las respuestas internacionales cuando los países insulares ya sufren migración forzada, erosión costera y pérdida de alimentación y salud pública.
El cardenal Ladislav Nemet, arzobispo de Belgrado yvicepresidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), expresó en que el continente “también enfrenta desafíos ecológicos y sociales” agravados por la guerra en Ucrania, que “ha provocado un aumento absurdo en el costo de la energía y un crecimiento de la pobreza”. Agradeció a las iglesias de Asia, África y América Latina por su declaración conjunta sobre justicia climática, afirmando que “toca temas tan importantes que no podemos permanecer en silencio”.
Señaló, además, que Europa busca mantener su compromiso con la conversión ecológica y la solidaridad global: “Esperamos que la Comisión Europea reduzca las emisiones de carbono y la brecha entre el dinero necesario y el dinero efectivamente destinado”, dijo, y resaltó que “la mayoría de las iglesias europeas son donantes del Sur Global” y reiteró su deseo de “encontrar juntos las soluciones”.
Ecumenismo y cuidado de la creación
La obispa Marinez Rosa dos Santos Bassotto, de la Iglesia Episcopal Anglicana del Brasil, ofreció un testimonio ecuménico y personal: dijo que la mayor riqueza de la Amazonía son sus pueblos y reclamó que la defensa del bioma no reduzca a las personas a “recursos”.
Resaltó la centralidad de las comunidades locales y de la economía solidaria: “sin semilla no hay futuro”, comentó al hablar de proyectos de restauración donde las semillas empezaron a faltar, una imagen que movilizó la preocupación por el futuro ecológico y cultural de la región.
"Sin conversión ecológica no llegaremos a una ecología integral"
El cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaus y primer cardenal nacido en la Amazonía, recordó el largo camino recorrido por la Iglesia de Brasil en su compromiso con el cuidado de la creación. Señaló que las Campañas de la Fraternidad, iniciadas en 1979, “fueron despertando en las comunidades la conciencia del cuidado y de la responsabilidad sobre los bienes de la creación”. Recordó hitos como la campaña “Tierra de Dios, tierra de hermanos”de 1989, que abordó la reforma agraria y la justicia social, y “Fraternidad y vida en el planeta” de 2011, centrada en el impacto del cambio climático sobre las poblaciones vulnerables. “Ha sido un camino hermoso y significativo que nos preparó para acoger la Laudato si’ y la propuesta de una ecología integral”, dijo.
El purpurado insistió en que “sin conversión ecológica no llegaremos a una ecología integral”, y retomó la enseñanza del Papa Francisco sobre el libro del Génesis: “Contra la dominación y la destrucción, el Papa nos enseñó dos palabras: cuidar y cultivar. No más dominadores, sino servidores, cuidadores y cuidadoras”. Remarcó que este cambio exige revisar las estructuras mentales y culturales que sostienen el actual modelo de desarrollo.
El cardenal denunció el avance del extractivismo en la Amazonía, mencionando el la explotación de oro (“garimpo”), la deforestación y la expansión del agronegocio. “Por detrás de todo eso —advirtió— siempre hay una palabra: dinero, lucro. No se piensa en las personas ni en los pueblos indígenas; solo interesa la posibilidad de explotación”. Frente a esta lógica, propuso “otro horizonte de lectura, uno que no mida la vida por su rentabilidad, sino por su belleza y su vínculo con Dios”. Evocando a San Francisco de Asís dijo: “Francisco no veía números ni ganancias, veía seres irradiando el amor de Dios. Todo era hermano, todo era hermana. Hoy, tristemente, todo se está volviendo lucro”.
La ciencia como brújula: evidencias y soluciones prácticas
La profesora y ecóloga Ima Vieira presentó el diagnóstico científico con rigor; la evidencia muestra tendencias inequívocas: aumento de temperatura, pérdida de hielo, elevación del nivel del mar, mayor frecuencia e intensidad de extremos y, por tanto, la necesidad de “medidas de mitigación ambiciosas y de elementos facilitadores como gobernanza e instituciones fuertes”. Como síntesis: “La ciencia es muy clara… cada 0,1 °C de calentamiento produce impactos y riesgos sustancialmente mayores”.
Vieira alertó además sobre las “falsas soluciones” (como ciertos esquemas de créditos de carbono o geoingeniería) y destacó la protección de territorios y los saberes indígenas como vías efectivas de mitigación y adaptación.
Entre las propuestas concretas citadas por la científica estuvieron: eliminación gradual de combustibles fósiles, freno al desmonte, promoción de agroecología, restauración con criterios de justicia (quien degradó, que restaure) y destino legal de amplias porciones de bosques públicos para conservación y uso por pueblos tradicionales.
Pueblos originarios y comunidades tradicionales: protagonismo y propuestas
Kleber Karipuna, Coordinador de APIB (Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil), habló sobre la necesidad de escuchar a las comunidades afectadas y de poner en el centro la autodeterminación territorial. En su intervención defendió la convergencia entre ciencia, Iglesia y movimientos indígenas como prueba de que las soluciones son plurales y deben respetar derechos, cosmovisiones y prácticas locales.
En la conclusión, el cardenal Spengler hizo una síntesis con las palabras del Papa Francisco: “Todos estamos en el mismo barco, todos estamos juntos”, y convocó a recoger cuatro ejes: (1) defensa de territorios y de sus pueblos; (2) promoción de una conversión ecológica que implique cambio cultural; (3) denuncia de modelos económicos extractivistas; y (4) construcción de alianzas ecuménicas y sociales para exigir medidas políticas y financieras que respeten la justicia climática.
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