Especial de 'Desde la Fe' sobre la pederastia, sus retos y sus consecuencias El arzobispado de México aborda la lucha de la Iglesia contra los abusos a menores

Portada de Desde la Fe
Portada de Desde la Fe

Un especial de 13 páginas, en el que distintos expertos en el abordaje de la pederastia clerical plantean los errores, los desafíos y los avances después de décadas de oscurantismo y, en algunos casos, complicidad, y que provocaron la pérdida de confianza en la Iglesia por parte de muchos fieles

"Si dentro de la estructura eclesial tuviéramos ordinarios criterios de supervisión, protocolos claros y códigos de conducta se hubiera podido evitar el daño a tantos inocentes. La justicia en la iglesia no inicia con la defensa de la víctima, sino con el establecimiento de mecanismos de control que eviten que cualquier menor pueda ser seducido o manipulado y posteriormente abusado sexualmente", apunta Daniel Portillo

Por primera vez en más de 25 años, la Arquidiócesis Primada de México dedicó la edición de su semanario Desde la Fe al tema de los abusos sexuales en la Iglesia católica. Un especial de 13 páginas, en el que distintos expertos en el abordaje de la pederastia clerical plantean los errores, los desafíos y los avances después de décadas de oscurantismo y, en algunos casos, complicidad, y que provocaron la pérdida de confianza en la Iglesia por parte de muchos fieles. 

Entre los colaboradores del semanario destacan Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México e integrante del Consejo del Centro de Protección a Menores (CEPROME), para quien es vital recuperar la confianza en la iglesia a través de una conversión “personal y pastoral” auténtica que lleve a ser coherentes en lo que se dice y lo que se hace.  

Especial de Desde la Fe

Por su parte, Daniel Portillo Trevizo, director del Consejo del Centro de Protección a Menores (CEPROME), reconoció que la falta de protocolos de conducta al interior de la iglesia es una de las causas principales que hizo perdurar “los exhaustivos y perversos esfuerzos por eliminar y borrar todo acto que afecte la buena imagen de la iglesia”.

"Si dentro de la estructura eclesial tuviéramos ordinarios criterios de supervisión, protocolos claros y códigos de conducta se hubiera podido evitar el daño a tantos inocentes. La justicia en la iglesia no inicia con la defensa de la víctima, sino con el establecimiento de mecanismos de control que eviten que cualquier menor pueda ser seducido o manipulado y posteriormente abusado sexualmente”, recalcó Portillo.

El mismo análisis refirió que “las estructuras de rendición de cuentas y supervisión de la iglesia han sido ineficaces, no sólo ocasionalmente, sino de manera crónica”, lo que ha propiciado que las graves fallas no fueran reconocidas ni atendidas.

A la par de las colaboraciones de los expertos, los cuales también abordaron temas como el interés superior del niño y los lugares de apoyo para las víctimas, el semanario explicó el procedimiento que se debe seguir cuando ocurre un abuso sexual hacia un menor y el papel que desempeña el Centro de Protección a Menores adscrito a la Arquidiócesis Primada de México.

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