Monseñor Gómez insta al Congreso a reparar un "sistema migratorio fallido" El arzobispo de Los Ángeles pide moderación y calma tras las redadas migratorias

(Angelus).- El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, pidió “moderación y calma” luego de las redadas de inmigración en el centro de Los Ángeles el 6 de junio que resultaron en al menos 44 arrestos.

Los informes mostraron que las autoridades federales de inmigración y agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos realizaron operaciones en varios lugares, incluidos varios Home Depot y el distrito de la moda del centro de Los Ángeles.

“Estoy preocupado por las redadas de inmigración de hoy en Los Ángeles y rezo por nuestra comunidad”, declaró el arzobispo Gómez . “Rezo esta noche para que todos los involucrados mantengan la calma y la moderación”.

"No es necesario que el gobierno implemente medidas de control que provoquen miedo y ansiedad entre los inmigrantes comunes y trabajadores y sus familias"

Todos coincidimos en que no queremos inmigrantes indocumentados conocidos como terroristas o delincuentes violentos en nuestras comunidades. Pero no es necesario que el gobierno implemente medidas de control que provoquen miedo y ansiedad entre los inmigrantes comunes y trabajadores y sus familias.

El arzobispo Gómez, quien oró por compasión hacia la inmigración en los días posteriores a la toma de posesión del presidente Donald Trump en enero, instó a los legisladores federales, como lo hizo en una columna de febrero de 2025, a promulgar una reforma migratoria.

“Insto al Congreso a que se tome en serio la reparación de nuestro sistema migratorio fallido, que lleva a tantas personas a intentar cruzar nuestras fronteras ilegalmente”, dijo el arzobispo Gómez. “Otros países tienen una política migratoria coherente que respeta el derecho natural de las personas a emigrar en busca de una vida mejor y, además, garantiza el control de sus fronteras. Estados Unidos también debería hacerlo. Han pasado casi 40 años desde la última reforma de nuestras leyes migratorias. Es demasiado tiempo y es hora de hacer algo al respecto.

“Que Nuestra Señora de Guadalupe continúe velando por sus hijos y orando por América”.