José Domingo Ulloa: "El pecado en el sacerdote es doble pecado" El arzobispo de Panamá pide perdón públicamente por los escándalos sexuales

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, en rueda de prensa
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, en rueda de prensa

Ulloa recalcó que la Iglesia no vive una 'doble moral', según opiniones tras desatarse el escándalo, y amplió que 'la única moral de la Iglesia es llevarlos a todos a la santidad, aunque algunos de sus miembros no sean coherentes con ese objetivo'

Sobre si tales actitudes se deben al celibato, Manuel Ochogavía, secretario de la Conferencia Episcopal de Panamá, descartó que sea la causa de las desviaciones de los sacerdotes

Voces de católicos apoyaron la actitud del arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, quien pidió perdón públicamente a los feligreses por los escándalos sexuales en la iglesia local, informaron hoy medios de prensa.

Como parte del debate social desde las denuncias a finales de septiembre, el monseñor dijo a la prensa que 'el pecado en el sacerdote es doble pecado, por ser católico y por el ministerio que él está desempeñando', al tiempo que enarboló la prédica del perdón al dirigirse a la comunidad de su congregación.

Varios criterios de practicantes del catolicismo consideraron indistintamente las expresiones del prelado como un acto digno, gesto valiente, positivo, que la iglesia católica hizo lo correcto, errar es de humanos, entre otros calificativos.

Algunos consideraron que tales actitudes autocríticas forman parte de una corriente del Vaticano, afianzada por el papa Francisco, y varias opiniones coincidieron en que la Iglesia salió al frente de las denuncias, a diferencia de otras situaciones similares en países de la región.

'No ocultar absolutamente nada de lo ocurrido es un paso en la dirección correcta', afirmó uno de los entrevistados, mientras las opiniones coincidieron en que, si los tres curas señalados cometieron delito, deben responder ante la justicia ordinaria.

Ulloa recalcó que la Iglesia no vive una 'doble moral', según opiniones tras desatarse el escándalo, y amplió que 'la única moral de la Iglesia es llevarlos a todos a la santidad, aunque algunos de sus miembros no sean coherentes con ese objetivo'.

Explicó que la Congregación de la Doctrina de la Fe se encarga en el Vaticano de investigar y sancionar a quienes consideren que violaron las reglas canónicas y en la última década ocho curas de la iglesia panameña fueron separados de su ministerio religioso por esa institución disciplinaria.

Sobre si tales actitudes se deben al celibato, Manuel Ochogavía, secretario de la Conferencia Episcopal de Panamá, descartó que sea la causa de las desviaciones de los sacerdotes y afirmó que 'los temas de abusos sexuales se dan en todos los ámbitos de la sociedad, en todos los estratos y en todas las conductas humanas'.

Estas actitudes, según el sacerdote, son muchas veces 'arrastradas' por los candidatos a religiosos desde las entrañas de sus círculos familiares o en el ambiente educativo.

El sábado 21 de septiembre, la Arquidiócesis de Panamá admitió 'conductas inapropiadas y escandalosas de los sacerdotes Rogelio Topin, Orlando Rivera y Karl Madrid', e informó de la separación de sus funciones y deberes como presbíteros.

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