El arzobispo de La Plata, ayer, en una misa por el cuidado y la defensa de toda vida Monseñor Víctor Fernández: "No se entiende esta urgencia abortista"

Monseñor Víctor Fernández
Monseñor Víctor Fernández

El arzobispo de La Plata celebró una misa en la catedral platense el lunes 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes, para orar por el cuidado y la defensa de toda vida

recordó que que los creyentes "amamos la vida y defendemos la vida humana no sólo por nuestra fe sino por sólidas convicciones humanistas, que podría sostener también un ateo"

Explicó que "detrás de la urgencia abortista hay mucho poder, mucha presión internacional, mucho dinero, mucha politiquería barata, y también mucho odio a la Iglesia de grupos radicalizados"

Dijo que "cada ser humano tiene que ver con un proyecto de amor, más allá del deseo de sus padres, y aunque nadie espere su nacimiento"

(AICA).- Con motivo de la fiesta de los Santos Inocentes, el 28 de diciembre, y ante el inminente tratamiento en el Senado del proyecto de ley de aborto, el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, celebró una misa en la catedral platense para orar por el cuidado y la defensa de toda vida.

Monseñor Fernández expresó: “Vinimos a orar para que el Señor infunda en nuestro pueblo y en los dirigentes un hondo espíritu de amor y de cuidado de la vida. También venimos a pedir por nosotros, los creyentes, para que podamos ser coherentes en la defensa de toda vida, cerca de los abandonados, de los que viven a medias, de los destrozados por una sociedad egoísta. Y para que sepamos estar cerca de las mujeres que pasan por una situación difícil y se ven tentadas a buscar una salida en el aborto”.

Recordó, asimismo, que los creyentes “amamos la vida y defendemos la vida humana no sólo por nuestra fe sino por sólidas convicciones humanistas, que podría sostener también un ateo”. Y aclaró que “muchas personas no creyentes defienden esta vida, y podríamos hacer un largo listado de personas célebres de la política, de las artes y de las ciencias que no son católicas o ni siquiera son creyentes y defienden la vida desde la concepción”.

El arzobispo platense resaltó, además, que lo que “se está gestando en el seno de una mujer no es otra especie, ni es un fenómeno, ni es un tumor, es vida humana con su propia carga genética, con una identidad única”. Y aunque “se intenta reducir al aborto a una urgencia de salud pública”, advirtió que “sabemos que de las muertes maternas sólo un porcentaje ínfimo es por aborto procurado”. Y completó: “Hay tanto por hacer que no se entiende esta urgencia abortista”.

Más adelante monseñor Fernández explicó que detrás de esa “urgencia abortista” hay “fuerzas frente a las cuales no bastan los intentos humanos. Necesitamos orar más. Hay mucho poder detrás de la lucha a favor del aborto, mucha presión internacional, mucho dinero, mucha politiquería barata, y también mucho odio a la Iglesia de grupos radicalizados”.

Recordó también que el papa Francisco, en la encíclica Fratelli tutti, ahonda sobre la importancia respecto de la inmensa e inviolable dignidad de cada persona humana más allá de todas las circunstancias.

Y, desde una perspectiva de fe, dijo que “cada ser humano tiene que ver con un proyecto de amor, más allá del deseo de sus padres, y aunque nadie espere su nacimiento. Nos moviliza más que nada y antes que nada saber que esa creatura es un proyecto de amor del Padre Dios que la ama infinitamente y le regaló la vida por pura y gratuita ternura”.

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