Historia de la 'azulzinha', la camiseta alternativa a la tradicional 'rayuela' brasilera La camiseta de Brasil, inspirada en el manto de la Virgen Aparecida

Con motivo de la tercera jornada del grupo G del Mundial, que se disputa en Qatar, la selección brasileña de fútbol usó en su encuentro contra Camerún una camiseta azul, cuya historia está relacionada con la Patrona de Brasil.

En 1958, la selección brasileña llegó a la final de la Copa del Mundo contra Suecia, que también vistió de amarillo en su uniforme local. Fue entonces cuando la FIFA intervino y, mediante un sorteo, definió que Brasil tendría que usar su camiseta de reserva.

El jefe de la delegación brasileña de ese año, Paulo Machado de Carvalho, fue el encargado de comprar la tela para confeccionar el nuevo uniforme. La tela elegida fue azul, bordada en el último momento y entregada a los jugadores.

Ante el escepticismo de los jugadores por tener que usar el uniforme azul en lugar de la tradicional ‘rayuela’, Paulo Machado de Carvalho explicó que la idea de usar el tono azul se inspiró en el manto de Nossa Senhora Aparecida.

Emocionada por la piadosa idea, la selección brasileña entró al campo con la camiseta azul. Ese día, 29 de junio de 1958, el partido terminó con la victoria brasileña por 5 a 2 y la conquista del título de campeón de la Copa del Mundo por primera vez.

Los jugadores pasaron a confiar en la bendición de la patrona del país y el azul fue tomado oficialmente como el color del uniforme alterno. La última vez que Brasil vistió de azul en un mundial fue en Sudáfrica 2010.

Dos rasgos característicos de los brasileños son su fe y la pasión por el fútbol, lo cual puede apreciarse en la Sala de las Promesas del Santuario Nacional Aparecida. En este lugar muchos equipos de fútbol dejan las camisetas usadas en los partidos donde obtuvieron el campeonato. En el caso de la selección, el último uniforme colocado en el santuario fue uno utilizado en la conquista del oro en las Olimpiadas de 2016.