El prelado nicaragüense fue recibido en audiencia privada durante su visita al Vaticano El cardenal Brenes expone a Francisco la 'realidad' de la iglesia en Nicaragua

Francisco y el cardenal Brenes
Francisco y el cardenal Brenes

El cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano, trasladó también al pontífice el cariño y oraciones del pueblo nicaragüense

Brenes se encuentra en Ciudad del Vaticano desde el sábado pasado junto al vicario judicial de la Arquidiócesis de Managua, el presbítero Julio Arana, de acuerdo con la información pública

Ha participado además en reuniones con los obispos que integra el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y los de la Conferencia Episcopal de Italia

La Justicia nicaragüense sentará en el banquillo de los acusados, el 1 de diciembre próximo, a cuatro sacerdotes católicos para responder por los presuntos delitos de conspiración

El cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano, se reunió este jueves con el papa Francisco, a quien le expuso la "realidad" de la Iglesia católica de Nicaragua, cuyos obispos han sido tildados de "golpistas" y "terroristas" por el presidente del país, el sandinista Daniel Ortega.

La Arquidiócesis de Managua, que dirige el cardenal Brenes, dijo en una declaración que el jerarca fue recibido por el pontífice argentino en una audiencia privada, en el marco de su visita a la Ciudad del Vaticano.

Cardenal Brenes y papa Francisco

"En esa reunión el Señor Cardenal le manifestó el cariño y oraciones del pueblo nicaragüense, así como la realidad de la Iglesia en el país", indicó la Arquidiócesis de Managua, sin mayores detalles.

Según esa Arquidiócesis, el santo padre envió su bendición y cercanía a Nicaragua.

Brenes se encuentra en Ciudad del Vaticano desde el sábado pasado junto al vicario judicial de la Arquidiócesis de Managua, el presbítero Julio Arana, de acuerdo con la información pública.

El cardenal Brenes ha participado además en reuniones con los obispos que integra el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y los de la Conferencia Episcopal de Italia.

La visita del cardenal nicaragüense y la audiencia privada sostenida con el pontífice se realizan en medio de un último año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el Gobierno de Ortega.

Francisco y el cardenal Brenes

Ortega acusa a la Iglesia de 'tiranía perfecta'

La Justicia nicaragüense sentará en el banquillo de los acusados, el 1 de diciembre próximo, a cuatro sacerdotes católicos para responder por los presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.

Los cuatro sacerdotes, más dos seminaristas y un camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, se encuentran en prisión desde el 19 de agosto pasado.

Ese grupo de religiosos y laicos, junto al obispo Rolando Álvarez, fueron sustraídos la madrugada del viernes 19 de agosto por agentes policiales del palacio episcopal de la diócesis de Matagalpa, después de haber estado 15 días confinados.

Desde entonces se encuentran en la cárcel policial "El Chipote", oficialmente conocida como la Dirección de Auxilio Judicial, con excepción del obispo.

Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, y quien no ha sido formalmente acusado, se encuentra desde entonces bajo "resguardo domiciliar" en Managua, según la Policía Nacional.

Francisco recibe al cardenal Brenes

La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro del presidente Ortega, acusa al jerarca y a sus colaboradores de intentar "organizar grupos violentos", supuestamente "con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales".

El pasado 28 de septiembre, Ortega arremetió contra la Iglesia católica, la acusó de no practicar la democracia, de ser una "dictadura" y una "tiranía perfecta" y de haber utilizado "a sus obispos en Nicaragua para dar un golpe de Estado" a su Gobierno en el marco de las manifestaciones que estallaron en abril de 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social.

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.

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