El prefecto de Cultura y Educación abre el congreso de la CIEC Tolentino: "No tengan miedo. Este momento pide profetas para la educación"

Tolentino, en la asamblea del CIEC
Tolentino, en la asamblea del CIEC ADN Celam

Hoy en día las escuelas no tienen miedo ni recelo por la innovación, pero siempre – recomienda el purpurado– hacerlo con prudencia a la luz de los valores, “recuerdo las primeras intervenciones del Papa León XIV que nos dan tanta esperanza” y ha puesto ya su mirada de educador sobre la Inteligencia artificial

El cardenal Tolentino pidió a los educadores de la CIEC a ampliar los horizontes y a agrandar el corazón a la vez mantener la calidad, rigor, prudencia, “sin perder de vista el infinito, el sentido que da consistencia al vivir humano”

El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ha enviado un «video saludo» a los participantes del IX Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa, que la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) ha organizado.

Felicitó a esta entidad por sus 80 años, que con valentía y arrojo han dado todo por la misión continental de educar a las nuevas generaciones en un mundo que se transforma continuamente.

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Ha centrado su intervención en tres aspectos: La pastoral escolar, el tiempo y el principio dialógico. Sobre el primer punto, comentó que ya en la época del Concilio Vaticano II “habiamos sido testigos” de un cambio significativo de la educación, una transición de lo institucional a lo comunitario.

Esto por ende produjo una mayor participación en la Iglesia, porque la dimensión comunitaria no es solo una “simple categoría sociológica”, sino que tiene una profunda base teológica.

Tiempo y diálogo

Sobre el tiempo y el principio dialógico afirmó que ambos se vinculan a una mediación cultural en medio de las exigencias cambiantes de la sociedad.

De hecho, la escuela es una comunidad cristiana “impregnada de caridad en un proceso de relaciones humanas que no terminan en la edad escolar, sino que continúa a lo largo de toda la vida”. Por ende, no hay que olvidar la función pedagógica del tiempo,como “un gran escultor, gran maestro y tenemos que escuchar el tiempo”.

Esa consigna de “dar tiempo al tiempo” cobra fuerza en una sociedad que no tiene tiempo para nada y como docentes “tenemos que ser muy sensibles” a esta cuestión.

El principio dialógico entra en esta ecuación, más aún cuando es vivido concretamente y renovado diariamente. La experiencia comunitaria no está divorciada de la innovación, los éxitos y derrotas, proyectos y sueños, deben siempre compartirse.

Sin duda, hoy en día las escuelas no tienen miedo ni recelo por la innovación, pero siempre – recomienda el purpurado– hacerlo con prudencia a la luz de los valores, “recuerdo las primeras intervenciones del Papa León XIV que nos dan tanta esperanza” y ha puesto ya su mirada de educador sobre la Inteligencia artificial.

“El diálogo nos hace entender la comunidad escolar como un laboratorio cultural, de expresiones vitales y auténticas, donde las historias comunes se entrelazan”, añadió.

Polifonía en la educación

El cardenal Tolentino pidió a los educadores de la CIEC a ampliar los horizontes y a agrandar el corazón a la vez mantener la calidad, rigor, prudencia, “sin perder de vista el infinito, el sentido que da consistencia al vivir humano”.

No tengan miedo de mirar más allá, no tengan miedo. Generando nuevas visiones, nuevas versiones del mundo. Hoy, este momento pide profetas para la educación”, indicó.

Invitó a todos a unirse a una polifonía de voces para lograr la armonía necesaria para poder generar verdaderos cambios, porque “su compromiso es indispensable para la renovación” no solo de las comunidades eclesiales, sino de la humanidad.

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