El arzobispo de Los Ángeles recuerda a los "héroes" del 11-S "Fue un día de destrucción y muerte": la Iglesia estadounidense, ante el vigésimo aniversario del atentado contra las Torres Gemelas

Un superviviente, ante las ruinas del World Trade Center
Un superviviente, ante las ruinas del World Trade Center

"Nuestros corazones están con todos aquellos que perdieron a seres queridos ese día. Oramos por las vidas inocentes que se perdieron, por quienes siguen de duelo y por las muchas personas que todavía sufren las heridas físicas, emocionales y espirituales de esos atentados", asegura el presidente de la USCCB

"Honramos a los muertos por la forma en que vivimos. Y hoy oramos por un nuevo espíritu de orgullo y unidad nacional. Que Dios nos inspire a todos a buscar el compañerismo, la reconciliación y un propósito común"

"Fue un día de destrucción y muerte". Los obispos estadounidenses, de la mano de su presidente, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, recuerdan el vigésimo aniversario de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas, que cambiaron la faz del mundo.

En su comunicado, el presidente de la USCCB quiso recordar especialmente a "todos aquellos que perdieron a seres queridos ese día". "Oramos por las vidas inocentes que se perdieron, por quienes siguen de duelo y por las muchas personas que todavía sufren las heridas físicas, emocionales y espirituales de esos atentados".

"Fue un día oscuro de destrucción y muerte, pero también recordamos a muchos héroes como los socorristas, bomberos, policías, equipos médicos de emergencia y de rescate", resaltó Gómez. "Muchos de ellos dieron sus vidas al servicio de sus vecinos".

Violencia, coraje y serenidad

"Esta violencia, nacida del peor mal en el corazón humano, también sacó a relucir lo mejor de nuestra humanidad. Hoy pensamos en el coraje y la generosidad de innumerables personas comunes y en el espíritu de unidad y auténtico patriotismo de los que fuimos testigos en los días posteriores a estos ataques", incidió el arzobispo de Los Ángeles.

A su vez, el presidente del episcopado norteamericano destacó que "honramos a los muertos por la forma en que vivimos. Y hoy oramos por un nuevo espíritu de orgullo y unidad nacional. Que Dios nos inspire a todos a buscar el compañerismo, la reconciliación y un propósito común".

"Le pedimos a Dios que brinde consuelo a quienes hoy lloran, serenidad a los corazones consumidos por el odio, y que procure la paz para nuestro mundo atribulado", concluyó Gómez.

Primero, Religión Digital
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