Mensaje de Año Nuevo 2026 del cardenal Carlos Aguiar: “Que cada uno de nosotros sea artesano de esperanza”

(Desde la Fe).- En un mensaje en vídeo, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, expresó su agradecimiento por el año 2025, en el que la Iglesia celebró el Jubileo de la Esperanza, y también su deseo de que para este año nuevo 2026, la Iglesia siga siendo un tiempo para caminar juntos en favor de los que están alejados.

“Ha sido un tiempo de renovación interior, de encuentro con el Señor y de testimonio comunitario”, afirmó. Y reconoció que, a lo largo del año, se presentaron diversos desafíos sociales; sin embargo, subrayó que la esperanza en Cristo permaneció viva, anclada en el amor fiel de Dios.

Asimismo, agradeció a las comunidades, parroquias, movimientos, escuelas religiosas y laicos que caminaron juntos como Iglesia, siendo verdaderos mensajeros de esperanza y signos vivos del Evangelio: “Gracias por haber llevado esperanza a tantas familias, a los enfermos, a los migrantes, jóvenes y personas que necesitan volver a creer que Dios no los abandona”.

El Cardenal recordó que la misión de la Iglesia no concluye con el cambio de calendario. Por el contrario, invitó a mantener encendida la esperanza y a transformarla en un compromiso concreto, expresado en el servicio, las palabras de consuelo y las acciones orientadas al bien común.

Llamado a la sociedad

De igual manera, hizo un llamado a la sociedad en general —gobernantes, empresarios, organizaciones, ciudadanos y a cada persona— para que la esperanza se haga visible en todas las comunidades: “En la Arquidiócesis Primada de México, este 2026 será un año para profundizar en la misión evangelizadora, especialmente con los jóvenes y con quienes se han alejado de la Iglesia”.

Esta misión se concretará a través de iniciativas pastorales, encuentros y proyectos que requerirán la disposición y el compromiso de los agentes pastorales para tender puentes y acercarse a quienes se han sentido distantes o rechazados.

El cardenal expresó su deseo de que cada persona “se sienta llamada a ser artesano de esperanza, constructor de fraternidad y sembrador de reconciliación”

Para concluir, el Cardenal expresó su deseo de que cada persona “se sienta llamada a ser artesano de esperanza, constructor de fraternidad y sembrador de reconciliación”. Invitó a seguir caminando juntos, guiados por una esperanza que no defrauda, para construir una Iglesia más cercana, fraterna y fiel al Evangelio.

Finalmente, encomendó este camino a la intercesión de la Virgen de Guadalupe: “Que la Virgen, nuestra Madre María de Guadalupe, del verdadero Dios por quien se vive, nos acompañe en este camino y nos enseñe, como lo hizo con Juan Diego, a confiar plenamente en el amor providente del Señor… Que el Señor los bendiga abundantemente en este nuevo año y les conceda la paz”.