Tres tiroteos (uno de ellos, en una iglesia presbiteriana) en Buffalo, Nueva York y Laguna Wookds, han sacudido los Estados Unidos en los últimos días. Los obispos católicos del país han emitido un comunicado en el que reclaman "oraciones por el apoyo y la curación de las familias, los amigos y las comunidades de los afectados por estos incidentes violentos".
"Rezamos especialmente por los que resultaron heridos y, en particular, por los que perdieron la vida. Rezamos también por los que están en primera línea y arriesgan sus vidas al responder a las llamadas de auxilio, y por los que, en el ámbito médico, atienden a los perjudicados", afirman los prelados en un comunicado, en el que reclaman "un diálogo honesto" para "abordar el persistente mal del racismo en nuestro país".
"La Iglesia católica ha sido una voz constante a favor de formas racionales pero eficaces de regulación de las armas peligrosas, y la USCCB sigue abogando por el fin de la violencia, y por el respeto y la dignidad de todas las vidas", añade la nota, que vuelve a mostrar su compasión por las comunidades afectadas y "por todas las víctimas de la violencia".
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