Los obispos peruanos se suman a Castillo y avalan las sanciones de Roma a Cipriani

Lentamente, casi obligados, siguiendo a regañadientes la estela del cardenal Castillo, el Episcopado de Perú parece decidido a tomar posición tanto en el 'caso Sodalicio' como en el más reciente 'secreto a voces' que han supuesto las revelaciones de las "medidas disciplinarias" contra el cardenal Cipriani, el primer purpurado del Opus Dei.

En una nota de la Presidencia, emitida esta madrugada tras la publicación de la 'Carta al pueblo de Dios' del cardenal Castillo, los obispos del país admiten que "se comprobó la veracidad de los hechos": la denuncia de abusos contra quien fuera todopoderoso líder de la Iglesia peruana.

"Nos sentimos apenados al conocer las recientes noticias acerca del Cardenal Cipriani", arranca la nota, en la que los obispos "lamentamos el dolor sufrido por la víctima de abusos y por la comunidad eclesial y pedimos a todo el Pueblo de Dios que respete la voluntad de la víctima de permanecer en el anonimato".

Tal vez tarde para muchos, pero "reafirmamos nuestra cercanía a todas las víctimas de cualquier tipo de abuso", constatan los obispos del país, que reconocen "la sabia decisión del Santo Padre al unir en ella la justicia y la misericordia, de aceptar que deje el Ministerio Episcopal del Arzobispo Emérito de Lima al cumplir los 75 años, y de imponerle algunas limitaciones ministeriales".

"Pedimos a todo el Pueblo de Dios que ofrezca oraciones por el denunciante, por el Cardenal Juan Luis Cipriani y por la Iglesia para que sea espacio seguro, donde vivir la reconciliación", finaliza el escrito.