Mensaje cuaresmal del obispo de San Isidro y presidente de los prelados argentinos Óscar Ojea: "Todo abuso tiene una base en el abuso de poder, en el abuso de autoridad"

Monseñor Óscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de los obispos argentinos
Monseñor Óscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de los obispos argentinos Maxi Failla

Invita a repensar la relación con la madre tierra que "clama por el maltrato"

"Cuando nosotros contaminamos las aguas, cuando llenamos de agro tóxicos los campos, cuando nosotros talamos los árboles, desertificamos los bosques; buscando solamente ganancias, buscando solucionar problemas inmediatos; la tierra gime y grita"

El presidente de los obispos argentinos, monseñor Óscar Ojea, ha aprovechado su mensaje cuaresmal para clamar contra los abusos, o sexuales o de otra índole. "Todo abuso tiene una base en el abuso de poder, en el abuso de autoridad", ha denunciado el prelado, refiriéndose específicamente al abuso de tierra, cuando nos creemos "dominadores de ella, dueños absolutos de ella, sin ningún límite y no administrándola para que todos los hermanos podamos recibir los bienes esenciales que ella nos regala, los bienes comunes".

¿Cómo estamos viviendo nuestra marcha hacia la Pascua?, pregunta el también obispo de San Isidro en su mensaje para estas fechas, recordando a la vez que el papa Francisco pide en este tiempo replantearse la relación con “la creación, con la naturaleza, con la hermana madre tierra, como él la llama en la encíclica Laudato si’”. 

El prelado subraya que el pontífice advierte que “la tierra gime y sufre dolores de parto" y lo hace por el maltrato que le da el hombre. 

“Cuando nosotros contaminamos las aguas, cuando llenamos de agro tóxicos los campos, cuando nosotros talamos los árboles, desertificamos los bosques; buscando solamente ganancias, buscando solucionar problemas inmediatos; la tierra gime y grita”, sostiene. 

Monseñor Óscar Ojea, presidente de los obispos argentinos
Monseñor Óscar Ojea, presidente de los obispos argentinos

"El pobre y la tierra claman"

Ojea puntualiza que “el Papa dice en la encíclica que se asimila al grito del pobre, el pobre y la tierra claman; claman por su subsistencia, claman para poder complementarse con el hombre y allí en esta reflexión podemos pensar en un tema que ocupo a la Iglesia en este último tiempo; que es el tema de los abusos”. 

El obispo sanisidrense alienta a dejar de vivir “en función de lo inmediato” y sugiere pasar a la acción. “Dejemos de pensar y justamente para poder cuidar la tierra tenemos que pensar juntos, tenemos que ver como administramos bien este extraordinario bien que el Señor nos ha regalado”. 

“Por eso en la Cuaresma cuando decimos vamos pensando, vamos caminando, estamos en mitad del camino; lo que queremos decir es como vivimos estas herramientas que la Iglesia nos pone a la mano en este tiempo”, explica. 

Monseñor Ojea detalla que esas “herramientas” cuaresmales son el ayuno que “nos ayuda a medir nuestra vida, a moderar nuestra vida para poder compartir”, la oración que “nos lleva a la armonía de nuestro cuerpo y de nuestra alma con toda la creación y con nuestros hermanos” y la limosna “para compartir con los hermanos que más necesitan”. 

“Estas herramientas que nos presenta el Señor en la Cuaresma; le pedimos que a esta altura podamos reforzarlas como tomar nuevamente el agua fresca del Bautismo, ponernos nuevamente en camino y revisar esta relación que todos tenemos con nuestra hermana madre tierra que clama por el maltrato que le damos y que necesariamente tenemos que repensar y corregir”, concluye.

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