El nombramiento puede hacerse efectivo la próxima semana, según fuentes Suena fuerte el arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory, para sustituir al cardenal Wuerl en Washington

El actual arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory
El actual arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory

El Papa ya le habrá pedido que asuma el cargo, pero el prelado, de 71 años y responsable del actual protocolo anti-abusos de la Iglesia estadounidense, todavía lo está considerando

Es discípulo de la teología de la 'prenda sin costuras' del cardenal Bernardin

¿Ya hay sucesor para el cardenal Donald Wuerl como arzobispo de Washington? Según apuntan fuentes tanto en EEUU como en Roma, el Papa Francisco ya habría pedido al actual arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory, que asuma el mando de la archidiócesis capitolina. Aunque aún hay escollos que sortear para que el nombramiento se haga efectivo, entre ellos el legado del predecesor de Wuerl en el cargo, el pederasta ya expulsado del Colegio Cardenalicio, Theodore McCarrick.

Aunque Gregory, arzobispo de Atlanta desde 2004, aún no ha comunicado nada ni privada ni públicamente sobre si acepta la designación o no, fuentes citadas por la CNAdan la nominación casi por hecha, y sugieren que se podrá anunciar formalmente la próxima semana.

La archidiócesis de Washington ha estado vacante desde la dimisión de Wuerl en octubre del año pasado por el escándalo de los abusos sexuales. Durante este tiempo tanto la Nunciatura como el Vaticano han llevado a cabo una investigación más exhaustiva que la normal de los expedientes anti-abusos de los múltiples nombres que han sonado para el puesto, como el actual cardenal arzobispo de Newark, Joseph Tobin, o el obispo de San Diego, Robert McElroy.

"Quieren desesperadamente acertar con esto"

Este trabajo de verificación de antecedentes es una de las razones por las que las fuentes de la CNA advierten de que el nombramiento de Gregory a Washington puede finalmente no producirse. "Quieren desesperadamente acertar con esto", apunta una fuente, añadiendo que si o bien Roma o bien el propio Gregory tuvieran dudas sobre si podría limpiar la Iglesia capitolina, el nombramiento no saldría adelante.

Otra duda que se tiene es sobre la edad de Gregory, quien, a sus 71 años, solo tendría cuatro años en el puesto hasta que estuviera obligado a presentar su dimisión al Papa. 

Responsable del actual protocolo anti-abusos de la Iglesia estadounidense

Si la posibilidad de que Gregory vaya a Washington aún produce ciertos reparos, también hay puntos a favor del arzobispo de Atlanta. Entre ellos, el hecho de que en su etapa como presidente de los obispos estadounidenses (2001-2004), consiguió navegar la oleada de escándalos de abusos que se produjeron tras las revelaciones de Spotlight en Boston, e implementó el actual protocolo anti-abusos de la Iglesia de EEUU, la llamada "Carta de Dallas".

Es esta experiencia la que también le ha permitido formar parte del grupo de trabajo de la Conferencia Episcopal que actualmente se encuentra examinando y desarrollando diferentes propuestas para reforzar la transparencia y rendición de cuentas de los obispos tras los escándalos de McCarrick y Pensilvania.

¿Primer cardenal afroamericano?

Por otro lado, el nombramiento de Gregory a Washington potencialmente podría ser un momento histórico para la Iglesia estadounidense, ya que previsiblemente implicaría que Gregory se convirtiera en la capital en el primer cardenal afroamericano.

Discípulo de la teología de la "prenda sin costuras" del cardenal Bernardin

En términos de su teología, Gregory, obispo auxiliar de Chicago entre 1983 y 1994 y luego obispo de Belleville, Illinois, entre 1994 y 2004, es discípulo del hombre bajo el que sirvió en Chicago, el cardenal Joseph Bernadin, conocido por su "ética consistente de la vida" o la teología de la "prenda sin costuras" con la que se equipara el aborto con otras crímenes contra la vida tales como la pobreza, el desempleo y la injusticia medioambiental.

El ministerio de Gregory en Atlanta ha sido particularmente fructífero, o al menos en términos de conversiones y vocaciones. En sus casi 15 años al frente de la Iglesia de la capital del estado de Georgia, ha ordenado al sacerdocio a 64 hombres y ha dado la bienvenida a la Iglesia católica a más de 16.000 personas.

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