El sanchismo no es socialismo, es arribismo Ana ALBA: Reflexiones de una ciudadana de a pie sobre el gobierno español llamado progresista

Es una conjura a cuatro entre comunistas, socialistas, filoetarras y separatistas, con el único propósito de repartirse el poder, facilitar el desmembramiento de la nación e imponer la tiranía que siempre la historia nos ha demostrado ser el resultado de los gobiernos de la extrema izquierda.

España existe

Ana ALBA: REFLEXIONES DESDE LA ÓPTICA DE UNA CIUDADANA DE A PIE …

Bien, amigos, ya tenemos formado el gobierno llamado progresista. Una conjura a cuatro entre comunistas, socialistas, filoetarras y separatistas, con el único propósito de repartirse el poder, facilitar el desmembramiento de la nación e imponer la tiranía, que siempre la historia nos ha demostrado ser el resultado de los gobiernos de la extrema izquierda, donde las prácticas democráticas no tienen cabida y las libertades individuales se convierten en recuerdos a los que aferrarse bajo el yugo de quienes oprimen, con mano de hierro, a aquellos mismos que les ayudaron a encumbrarse al poder.

Se ha construido una alianza con la firma de un protocolo, para intentar blindar el equilibrio entre ambas formaciones de la izquierda, comprometiéndose a que los trapos sucios que se produzcan se lavarán en casa, mediante la creación de un hermetismo informativo que evite que el pueblo llano pueda llegar a enterarse de lo que verdaderamente va a tener lugar en el arcano “sagrado” del poderoso club de los que pretenden establecer un nuevo soviet en nuestra nación.

Estamos, por desgracia, ante la culminación de un proceso que ya llevaba tiempo maquinándose, fruto de las intrigas de un personaje, Pedro Sánchez. Sus martingalas, sus formas de desdecirse de sus promesas y juramentos, su astucia maligna, sus engaños y, por encima de todo, su impavidez, cara dura, desfachatez y falta de escrúpulos a la hora de barrer hacia su casa, vienen convirtiendo a este personaje en uno de los mayores peligros para la democracia española.

Era inevitable que este momento llegase, la incapacidad de ciertos políticos ha hecho posible engrandecer a un monstruo sin escrúpulos. Sánchez no ha tenido ninguna aprensión en incluir en su gobierno a ciertos personajes, miembros de Podemos, que van a estar metidos como vicepresidentes, directores generales, subdirectores y otros empleos, dentro de la Administración. Todos ellos sometidos en cuerpo y alma a las directrices de su partido y con la misión de ir preparando su particular revolución desde las entrañas mismas de las instituciones del Estado.

Al mismo tiempo se han consolidado en sus actuales puestos, aquellos que se han mostrado como más fieles, capaces de seguirle y apoyarle en su aventura de adoctrinamiento, engaño, descalificación del adversario y su facilidad para mentir y traicionar, en lo que han demostrado ser muy duchos y que, innegablemente, tan buenos resultados les viene proporcionado. Y en medio de toda esta amalgama de desconcierto político, el separatismo sigue jugando sus cartas, arremetiendo contra la Justicia española y siguen en sus trece: acabar con la unidad de España. Ya sabemos que se ha llevado a cabo, por el actual gobierno, una campaña para desactivar la cúpula de mandos del Ejército, retirando a aquellos generales que les puedan resultar sospechosos de seguir fieles a España y a su Constitución.

Empezamos una nueva etapa que no tiene nada que ver con la transición precedente de la dictadura a la democracia, lo cual hace muy aconsejable que intentemos hacer reflexiones profundas; por ejemplo, preguntarnos:

- ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI estemos gobernados por comunistas?

- ¡Por acción u omisión, todos somos culpables de esta aberración!

Tiempo habrá para más comentarios y, con toda seguridad, motivos para que los españoles volvamos a acusarnos de votar sin valorar las consecuencias de hacerlo, sin haber reflexionado antes sobre ello.

Espero que, si volvemos a tener la ocasión de ese otro “día de reflexión”, no sirva para ir al cine, estar con la familia o pasear, sino para perseverar en los valores.

Como muy bien decía D. Gustavo Bueno: “Todo hombre que no sea débil mental hace constantemente juicios éticos o morales”. ¡Aprendamos a practicarlos!.

Fuente: Ana ALBA: REFLEXIONES DESDE LA ÓPTICA DE UNA CIUDADANA DE A PIE …

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