Antonio Robles, testigo por antonomasia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña.



→ MI HOMENAJE Y MI AGRADECIMIENTO DESDE BRUSELAS A NUESTRO COLEGA ANTONIO ROBLES ALMEIDA, AUTOR DEL LIBRO "HISTORIA DE LA RESISTENCIA AL NACIONALISMO EN CATALUÑA",

POR SU EJEMPLAR TESTIMONIO DEONTOLÓGICO, TANTO REAL COMO VIRTUAL, CONTRA LA INSOLARIDAD NACIONALISTA EN CATALUÑA. ←



Imagen: Francesc de Carreras, Iván Tubau, Francesc Moreno, Aleix Vidal-Quadras, Antonio Robles, Inger Enkvist, Álex Sàlmon, Marita Rodríguez y Javier Royo, posan para los medios al inicio del acto, al que asistieron más de 400 personas. - CG



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La obra de Robles es una crónica imprescindible que relata en primera persona los orígenes "casi clandestinos" de la reacción de la sociedad civil frente al nacionalismo catalán.



Inger Enkvist:"Sí hay un problema, porque esto no es un proceso limpio, esto no es trigo limpio"



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Aprovecho aquí retazos de la crónica que Alejandro Tercero publicó, el 08.02.2014 08:37 h., con ocasión de la presentación del libro de Antonio Robles: Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña.



"Este proceso no es trigo limpio"



La presentación del libro de Antonio Robles 1979/2006: Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña, editado por Biblioteca Crónica Global, reunió en Barcelona, el viernes 07/02/2014, a destacadas personalidades del mundo de la cultura, el periodismo y la política. Francesc Moreno, Francesc de Carreras, Iván Tubau, Álex Sàlmon, Marita Rodríguez, Jesús Royo, Félix Pérez Romera, Félix Ovejero, Aleix Vidal-Quadras e Inger Enkvist, entre otros, destacan la obra como una crónica imprescindible para entender el momento político que vive Cataluña en la actualidad.









Más de 400 personas asistieron aquél viernes a la presentación del último libro del periodista, profesor de filosofía, cofundador, ex secretario general y ex diputado autonómico de Ciudadanos, y luego ex portavoz de UPyD en Cataluña, Antonio Robles, 1979/2006: Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña, editado por Biblioteca Crónica Global.



Durante más de dos horas, una decena de personalidades del mundo de la cultura, el periodismo y la política destacaron la obra de Robles como una crónica impresdindible que relata en primera persona los orígenes "casi clandestinos" de la reacción de la sociedad civil frente al nacionalismo catalán.



El presidente del Consejo Editorial de CRÓNICA GLOBAL, Francesc Moreno, mostró su satisfacción porque la situación de los no nacionalistas hoy en Cataluña sea mejor que la de hace algunos años y que se hayan decidido a alzar su voz sin complejos, pero también lamentó que todavía haya una falta de una estrategia transversal que ayude a movilizar recursos para esta causa.



"Descubrí una Cataluña sometida y silenciada"





Foto: Francesc de Carreras es catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro del Consejo Editorial de CRÓNICA GLOBAL. Nació en Barcelona en 1943, hijo del también abogado Narciso de Carreras. Militante antifranquista, se unió en 1967 al Partido Socialista Unificado de Cataluña que, dentro de la izquierda catalana, era el más activo en la época clandestina. Tras el restablecimiento de la democracia, consideró que el PSUC derivaba hacia el nacionalismo al integrarse en Iniciativa per Catalunya y abandonó la formación en 1986.



Fuente: Wikipedia.



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Francesc de Carreras relató cuál fue su sorpresa al descubrir hace muchos años "la discriminación hacia los ciudadanos no nacionalistas" en Cataluña, cuando Robles -junto a otros activistas- fueron a visitarle a su despacho del Consejo Consultivo de la Generalidad -ahora Consejo de Garantías Estatutarias-. "Descubrí una Cataluña sometida, callada, segregada del resto, silenciada en los medios porque lo que decían era tan sensato que llegaba a ser revolucionario", aseguró. Una Cataluña que se movía "casi en la clandestinidad" y que el libro recoge "con rigor, detalle, minuciosidad y objetividad". "Es tremenda la parte del libro que habla de los años 80, con Terra Lliure, con raptos, con amenazas físicas, cosas de las que no nos enterábamos", añadió. "Es un libro imprescindible", insistió.



El periodista Iván Tubau calificó el libro de "extraordinario" y señaló que con su lectura "uno entiende todo lo que ha ocurrido en este tiempo", especialmente en el ámbito de la "imposición lingüística" que ha llevado a cabo el nacionalismo catalán. "Nuestros padres fueron engañados", concluyó.



El director de El Mundo de Cataluña, Álex Sàlmon, recordó que él descubrió el mundo del activismo no nacionalista precisamente en la acción de protesta que recoge la portada del libro, que consistió en un lanzamiento de octavillas durante un acto celebrado en el Palau de la Música en el año 1995, organizado, entre otros, por el propio Robles. Sàlmon reconoció que aquel "bofetón" le hizo acceder a una realidad que no conocía hasta entonces, a la que se acercó con una cierta "contradicción", puesto que se considera "militante" de las dos lenguas de Cataluña -castellano y catalán-, pero criticó que la situación del castellano en las escuelas se aleje de "la realidad" que se vive en la calle. El periodista tildó el libro de "exhaustivo" y aseguró que proporciona "mucha información".



"Un recorrido ameno por una historia árida"





Imagen: "Marita Rodríguez y Antonio Robles, dos piezas de Centro Izquierda Nacional (dCIDE), hoy 29 de Octubre de 2017 en la mani contra los golpistas y por la aplicación del 155." Antonio Robles Almeida, 29 de octubre de 2017·



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La ex presidenta de la Asociación por la Tolerancia Marita Rodríguez calificó la obra de Robles como "un recorrido ameno por una historia árida" y como "el primer intento" de mostrar "un cuadro completo de la resistencia" al nacionalismo en Cataluña. "Un análisis demoledor" que demuestra la existencia de "un plan para excluir" el español de las escuelas catalanas y de la administración pública. Rodríguez también denunció que las "prácticas totalitarias" siguen dándose en la Cataluña actual, y puso como ejemplo el acoso que están sufriendo algunas de las familias que han recurrido a los tribunales para exigir que la Consejería de Educación garantice el derecho de los niños a recibir la educación en las dos lenguas oficiales de Cataluña.



El abogado Javier Nart y el periodista Juan Carlos Girauta, recientemente postulados como candidatos de Ciudadanos a la lista de las elecciones europeas, excusaron su ausencia del acto por compromisos ineludibles y enviaron sendos mensajes de apoyo a Robles. Nart señaló que "el libro es la referencia de quienes en la más absoluta soledad decidieron no rendirse frente al nacionalismo, y en ello están". Y Girauta felicitó a Robles y a otros activistas no nacionalistas porque "ya hemos ganado, puesto que no consiguieron ocupar nuestra conciencia ni nuestra voluntad". El profesor y escritor Santiago Trancón, coautor del 'Manifiesto de los 2.300', también mandó un mensaje de felicitación a Robles, "cuya labor ayudó a que la libertad y la verdad avancen frente al sueño totalitario del independentismo".



El catedrático de lengua catalana Jesús Royo aseguró que "el nacionalismo está llegando a sus últimas contradicciones" y que "la chequera de la culpa del franquismo se está acabando". Por su parte, el antropólogo Félix Pérez Romera, uno de los promotores de Ciudadanos, denunció que el nacionalismo catalán ha promovido políticas étnicas. "Los hechos diferenciales nos convierten a todos en hutus y tutsis", lamentó.





Imagen: Félix Ovejero Lucas es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona (1982) y doctor en Ciencias Económicas por la misma (1985). Desde 1987 es profesor titular de Economía, Ética y Ciencias Sociales en la Universidad de Barcelona. También es profesor visitante en la Universidad Pompeu Fabra (1994, 1995), en el Centro de Ética, Racionalidad y Sociedad de la Universidad de Chicago (1991) y en la Universidad de Wisconsin-Madison (1999).[3]​



Fue uno de los promotores de la plataforma Ciutadans de Catalunya y uno de firmantes del manifiesto de ésta «Por la creación de un nuevo partido político en Cataluña», germen de Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía.[4]​



3.↑ «Reseña biográfica en la solapa del libro Contra Cromagnon: nacionalismo, ciudadanía, democracia».

4.↑ «Intelectuales catalanes promueven un partido antinacionalista».



Fuente: Wikipedia



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El profesor de economía, ética y ciencias sociales de la Universidad de Barcelona Félix Ovejero destacó "el enorme silencio, dolor y sufrimiento de tanta gente" que recoge el libro de Robles. Cargó contra "la ingeniería social" implementada por el nacionalismo, se preguntó quién diseñó ese proyecto, y denunció "la responsabilidad de la izquierda" ante lo sucedido en las últimas décadas en Cataluña, que solo beneficia a "unas élites extractivas". "Cuesta entender cómo ha sido posible", concluyó. "Es un libro estremecedor, que se lee como una novela", añadió.



"Es una obra monumental"



El acto también contó con la intervención del periodista Albert Balanzà, ex colaborador en Avui, Ara y ACN, entre otros, y autor del libro Boadella & cia, Els intents de crear un partit espanyolista a Catalunya, que "sin la ayuda de Robles no hubiera sido posible hacer". Balanzà quiso subrayar "las coincidencias" entre nacionalistas y no nacionalistas en Cataluña, por encima de las diferencias, y agradeció su invitación a la presentación, pese a su lejanía con los planteamientos ideológicos del autor.





Imagen: El vicepresidente del Parlamento Europeo Aleix Vidal-Quadras, reciente fichaje estrella de Vox, tras treinta años miltando en el PP.



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Alejo Vidal-Quadras aprovechó su intervención para felicitar a los presentes por "seguir en la brecha" tras "décadas conspirando a favor de la libertad". Vidal-Quadras subrayó que el libro "describe de forma cercana y periodística acontecimientos muy importantes" de la historia reciente de Cataluña, y calificó a Robles como una persona que "siempre ha estado al servicio de una causa: la libertad y su país". "Es una obra monumental", insistió. Vidal-Quadras lamentó que con la Constitución se intentó pacificar al nacionalismo pero que finalmente ha conseguido lo contrario, lo que supone "el gran drama de nuestra historia contemporánea". E hizo un llamamiento a la unidad de los partidos que comparten el objetivo de regenerar la política española.



Pero Vidal-Quadras también quiso contestar a Balanzà: "Antonio Robles y David Fernández (CUP) se parecen porque los dos llevaron calzado deportivo [en el Parlamento autonómico], y Mas y yo nos parecemos porque los dos hablamos catalán. Pero la diferencia es que Robles utiliza el calzado deportivo para andar, y Fernández para amenazar; y yo hablo catalán para comunicar, y Mas lo usa para oprimir".



"¿Esto sucedió en un país moderno de Europa y a la vista de todos?"





Imagen:La hispanista, ensayista y pedagoga sueca Inger Enkvist Licenciada en filología francesa, empezó a trabajar en la enseñanza primaria, secundaria y media de Suecia como profesora de francés y luego también de inglés; posteriormente hizo su tesis sobre literatura española, doctorándose en Letras por la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Tradujo varios autores y publicó numerosos estudios sobre importantes escritores del siglo XX y actuales de lengua Española.



En la actualidad ocupa la Cátedra de Español en la Universidad de Lund y es asesora del Ministerio de Educación sueco.



Aparte de una fértil carrera como articulista, ha publicado importantes ensayos sobre los males de la educación y la enseñanza en la Europa de hoy en día. Ataca, fundamentalmente, la escuela comprensiva y la intocable autonomía del alumno y la idea de su independencia formativa, que infantiliza y degrada su formación al desestructurar y fragmentar su conocimiento sobre el mundo e impedirle desarrollar hábitos sistemáticos de trabajo. Es lo que llama «espontaneísmo pedagógico» o «angelismo escolar».



También se ha interesado por la traductología y por el uso del lenguaje como instrumento político (Las lenguas como armas contra un estado democrático, o el caso del catalán y el vasco, Moderna språk, 2002).



Fuente: Wikipedia



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Una de las intervenciones más aclamadas por los asistentes fue la de la hispanista, ensayista y pedagoga sueca Inger Enkvist, quien destacó que el libro de Robles le hace pensar en "el peligro de las mentiras". "¿Esto sucedió en un país moderno de Europa y a la vista de todos? Es inaudito. ¿Y con la complicidad de muchos? Es trágico", advirtió. Enkvist criticó a los principales partidos de ámbito nacional por permitir el auge del nacionalismo, y a los sindicatos por no defender a sus miembros ni a los alumnos en las escuelas. "¿Qué lección se puede extraer de lo ocurrido? Que las cosas suceden paso a paso, como viene muy bien ilustrado en el libro", añadió, antes de denunciar que el nacionalismo ha utilizado "la educación y los medios para llevar a cabo un lavado de cerebro light".



Enkvist explicó que "los totalitarismos no exigieron que todos creyeran en ellos, sino que exigieron no manifestarse en su contra", una práctica aplicada también por el nacionalismo catalán, que "ahora se muestra como víctima mientras va imponiendo lo que quiere". Finalmente, respondió a quienes argumentan que la situación actual no es un problema porque, pese a todo, la mayoría de catalanes apoyan al nacionalismo: "Sí hay un problema, porque esto no es un proceso limpio, esto no es trigo limpio".



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Algunas páginas de la INTRODUCCIÓN y del EPÍLOGO del libro.



INTRODUCCIÓN



¿Qué había pasado entre 1980 y el 11 de septiembre de 2012 para abogar abiertamente por romper con España? Pero sobre todo, ¿cómo habían logrado la hegemonía cultural, moral y política que les permitía soñar con un Estado propio? ¿Qué argucias y disimulos, con qué poderes mediáticos, embustes históricos y controles de la escuela se habían dotado para logarla? ¿Cómo fue posible que la ideología más reaccionaria de la historia, como es el nacionalismo, la convirtieran en la quintaesencia de la democracia, y cualquier crítica contra su política de exclusión lingüística y avaricia fiscal fuera tachada de ultraderechista, franquista y facha? ¿Por qué la reivindicación de la libertad, la tolerancia y la Constitución fue considerada una agresión urdida por el centralismo de Madrid contra Cataluña?



Por primera vez, el relato completo de esa Resistencia mostrará la gran mentira del supuesto complot de España contra Cataluña denunciado por el catalanismo. Demostrará que nunca fueron ataques ni de fuera ni contra Cataluña, sino la Resistencia a la exclusión de una parte de ciudadanos catalanes hartos del abuso nacionalista. Los hechos aquí relatados dejarán claro que tal Resistencia nunca fue dirigida desde Madrid por obscuros funcionarios del Estado. Justo ha sido lo contrario: la renuncia del Estado a hacer respetar la ley en Cataluña y abandonar a los ciudadanos catalanes a su suerte, obligó a que ciudadanos anónimos se levantaran contra el abuso en la más absoluta indigencia. Sin medios, sin respaldo político, armados con la sola voluntad de considerarse ciudadanos. La democracia cívica en estado puro.



El relato comienza a finales de los años setenta y termina la noche electoral del 1 de noviembre de 2006 donde C’s (Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía) obtiene tres Diputados. Es el periodo de tiempo en que el nacionalismo catalanista elaboró con simulada estrategia la substitución lingüística y la ruptura de la trama de lazos y afectos con el resto de España. Se trataba de poner las bases de la justificación moral, política, económica y cultural para arrastrar a la sociedad catalana a la secesión de España. En lo que están ahora. No otra cosa persiguen mantras como el expolio fiscal, España nos roba y el derecho a decidir que, ya sin careta y amparados por el control de la escuela, los medios de comunicación y la calle, pretenden imponer contra la Constitución y la soberanía del resto de españoles.



El relato acaba con la llegada de C’s al Parlamento, justo el periodo hasta el cual la omertà nacionalista logró controlar sin fisuras medios e instituciones para neutralizar y borrar mediáticamente cualquier indicio de resistencia a sus planes monolingüistas y secesionistas. Esa historia oculta y ocultada, es la que aparecerá en estas páginas. La deriva soberanista, ahora sin máscaras, dejará al descubierto el desenlace de una historia que siempre negaron y ocultaron. La mayor parte es desconocida. Y sorprendente. Porque sorprendente resulta que en una sociedad democrática se pudiera borrar de la realidad, parte de la realidad misma. He ahí el gran triunfo del nacionalismo, lograr suprimir de la historia a la Resistencia que lo cuestionaba.



En ese tiempo de impunidad catalanista se pasó de no poder estudiar en catalán, a hacerlo sólo en este idioma, de no tener presencia en el callejero o en la Administración, a convertirse en el único idioma institucional, de no ser oficial, a multar los letreros comerciales en castellano; de luchar en la transición por una Constitución democrática, a negar a España y acusarla de expoliar económicamente a Cataluña; de vanagloriarse de ser el motor económico de España a exigir un referéndum para romperla. Todo ha sido diseñado con nocturnidad y alevosía, gradualmente. Nada ha sido por casualidad. Unos han sido los agentes activos, los nacionalistas; y otros, los verdaderos responsables de que aquellos impusieran sus tesis por omisión de estos: el PSC y la izquierda en general. Teniendo la responsabilidad de oponerse a los nacionalistas, amordazaron, utilizaron y neutralizaron a sus bases castellanohablantes para evitar que lo hicieran ellas.



A la vuelta de más de tres décadas, les une el derecho a decidir y el rechazo a España. Una tragedia que no llegó de golpe, sino a través de renuncias y cobardías a lo largo de esas tres décadas, no sólo del propio Estado, sino de la mayor parte de la sociedad civil catalana. El resultado lo resume el desplante insurreccional del Presidente de la Generalidad, Artur Mas: contra el derecho a decidir «no hay ni leyes ni Constitución».



Robles, Antonio. Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña (Spanish Edition) (Emplacements du Kindle 85-123). Édition du Kindle.



EPÍLOGO



En Cataluña, todo lo que rodea al nacionalismo es una farsa: nada es lo que parece. Y lo que se esconde detrás de la tramoya obedece a uno de los movimientos seudodemocráticos más tramposos, inquietantes y reaccionarios de nuestro tiempo.



Su mayor triunfo es haber impuesto la hegemonía emocional sobre leyes, razones y hechos. Con ella, la política ha sido reducida a una secta alimentada y protegida por un continuo agitprop de TV3. Políticos y periodistas podrían ser intercambiados y nadie se daría cuenta. Las consecuencias han sido letales para la higiene democrática.



Casi sin darnos cuenta empezó a dar igual ser conservador o progresista, defender la protección social o abominar de la progresión fiscal por encima de los territorios, ahora lo importante es ser catalán. A eso se ha reducido el debate. Ya no hay pobres ni ricos, la prioridad es Cataluña. Quien no pueda garantizar esa herencia genética o adherirse a ella incondicionalmente, se convierte en sospechoso. En su nombre, cualquier disidente es reducido a enemigo nacional. El sueño de Pujol convertido en nuestras pesadillas.



No siempre fue así. Incluso los máximos culpables de ese triunfo nacionalista por omisión, los socialistas del PSC, en otro tiempo le decían a Pujol a la cara lo que en realidad era: un reaccionario y un chauvinista a quien lo único que le importaba era la independencia y vivir de construirla: «No propicia —le reprochaba Ernest Lluch a Jordi Pujol— la España de las Autonomías ni cree en ella, ya que, en relación a Cataluña, sustenta una concepción nacionalista-independentista».



Ya sé que es difícil imaginarlo hoy, pero esto lo decía en 1982 el socialista del PSC, nacionalista y defensor del diálogo con ETA, Ernest Lluch, que paradójicamente murió asesinado por ella. Lluch, antes de ser declaradamente nacionalista había encabezado el sector del PSC denominado «nueva mayoría». Es en la puesta en marcha de esa corriente dentro de su partido en 1982 donde desveló las intenciones independentistas de Pujol y acusó a CiU y ERC de cultivar el «nacionalismo racista»: «El nacionalismo difundido por CiU y ERC, se basa en una posición claramente racista y despectiva con los trabajadores a los que consideran extraños a las esencias de Cataluña; defienden una posición contraria a la unidad democrática y federal de España, estimulando un independentismo vergonzante de contenido profundamente insolidario y desdeñoso con la construcción de la España democrática (…) incitan a una actitud sentimentalista y vitalista sobre las ideas de la nación catalana, coincidente con el chovinismo panalemán de tan dramático recuerdo para el mundo democrático». Lo que sabemos hoy con detalle.



El nacionalismo jamás hubiera alcanzado la hegemonía social actual si los socialistas hubieran seguido por ese camino. Pero renunciaron a combatir el pujolismo porque en el fondo eran chicos bien de la pequeña burguesía catalanista que simulaban interés por el destino de la clase obrera y castellanohablante del extrarradio de Barcelona. En realidad los han despreciado tanto como los utilizaron para pasar por modernos y vivir de la construcción nacional como sus compañeros conservadores de clase enclavados en CiU.



Desde entonces su preocupación ha sido colaborar con cada derrape del nacionalismo para merecer la aprobación del catalanismo oficial y superar el complejo de no parecerlo suficientemente. Y en casos como los de charnegos agradecidos de relumbre como José Montilla, Manuela de Madre, o Pepe Álvarez, sobreactuando para parecer más catalanes que nadie. El complejo de sangre azul de una gauche caviar, con residencia en la Cerdaña, noches de Liceo y varios masters en vinos de añada.



No erraba el malogrado Ernest Lluch: «racismo», «independentismo», «pancatalanismo». Si lo dijéramos nosotros, esos mismos socialistas saldrían a vapulearnos como lo hacen intelectuales orgánicos y periodistas de la construcción nacional cada vez que alguien les afea la conducta recordándoles su parentesco con los nacionalismos que trajeron a Europa lo peor de su historia.



Pero como denunció Ernest Lluch hace treinta años, no quiero banalizar el mal, sólo constatar las raíces profundamente reaccionarias de un catalanismo construido de eufemismos donde las palabras ya no designan la realidad, sino que la falsifican. Es preciso denunciar esta mascarada antes de que la verdad sea irrecuperable. Nunca antes en España nadie había abusado tanto de ese universo de manipulaciones construido de palabras que George Orwell definió como neolengua[425]. Su hedor moral es insoportable.



Repasemos algunas: alegan el «Derecho a decidir» para impedir que lo hagan el resto de españoles, únicos sujetos de soberanía. Con ello tratan de presentarse al mundo como un pueblo oprimido por una España intransigente. Parece democracia, pero huele a tocomocho. «Normalización», o lograr colar con buena conciencia el propósito de excluir el derecho a estudiar en lengua española, y a ser posible recluirla en casa. «Por una escuela de todos, escuela en catalán», el oxímoron segregacionista por excelencia. Aplicado al derecho universal al voto, nos daría esta aberración: por una democracia de todos, voto masculino. «Lengua propia», para convertir en impropia la lengua más hablada en Cataluña. «Expolio fiscal», una acusación contra España para imponer el más reaccionario de los egoísmos fiscales en nombre de los mismos derechos históricos que impidieron durante siglos la democracia y la justicia social. Imposición del uso corriente de «inmigrante» a cualquier español proveniente de otra parte de España para extranjerizar a quienes no son de los suyos, cuando el concepto sólo es aplicable a personas que se trasladan de su país de origen a otro distinto. «Cohesión social», el hombre del saco como recurso para imponer con miedo y sin oposición el nacionalismo obligatorio a toda la sociedad…



Va siendo hora de que desvelemos su intolerancia. Por higiene democrática. Y llamemos a las cosas por su nombre, aunque por hacerlo parezca que caigamos en lo mismo que han hecho ellos siempre: satanizarlos. No deberíamos dudar un instante, la sociedad no nacionalista no sataniza, sólo les define por sus actos. ¿Cómo llamar a la segregación que practican contra nuestros derechos lingüísticos en la escuela? ¿Cómo podríamos describir las multas por rotular sólo en castellano sino es refiriéndonos a comportamientos propios del racismo cultural? ¿De qué manera se pueden metabolizar sin recordar su intolerancia, insultos y desprecios contra sentimientos, símbolos, leyes y aspiraciones de quienes se sienten españoles, por el mero hecho de serlo? Nadie oficialmente, desde la ciudadanía española desprecia, ni excluye símbolos, culturas o lenguas de Cataluña; tampoco su historia ni el derecho de una parte de su sociedad a no sentirse españoles. Pero esa ciudadanía no nacionalista aborrece la mentira, la tergiversación del pasado o la exclusión de su soberanía que comparte con el resto de españoles.



Es hora de quitarles la careta a estos catalanistas culturalmente excluyentes que imponen su falsa superioridad moral a base de proyectar sobre el resto de la sociedad su mentalidad totalitaria.



Robles, Antonio. Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña (Spanish Edition) (Emplacements du Kindle 15195-15257). Édition du Kindle.



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