Todos hemos soñado alguna vez con volar como un pájaro. Que nuestros pies se despeguen del suelo y podamos alcanzar las nubes mientras subimos y bajamos guiados por el viento.
La sensación de volar es sinónimo de paz, libertad, afinidad, felicidad, adrenalina, transformación… Si lo hacemos en el Pirineo de Lleida y las Tierras de Lleida, a toda esta explosión de emociones sumaremos la de unos paisajes singulares que, desde el cielo, no tienen parangón.
La sensación de despegar. Conocer Lleida desde el aire. Así es como cada vez más personas deciden disfrutar de la impronta de volar por el cielo de Lleida.
El parapente y el ala delta se han consolidado como las manifestaciones más emblemáticas de las actividades aéreas en las comarcas de Lleida, pero las posibilidades que ofrecen los deportes de aire en las comarcas leridanas van mucho más allá: globo, heliesquí en invierno, vuelos biplaza, paracaídas en avioneta o paramotor.
Con todos estos ingredientes, los visitantes de las comarcas de Lleida se disponen a vivir un verano lleno de aventuras mientras realizan deportes.
¿Nos acompañas a conocer dónde puedes volar en Lleida? ¿Te atreves a volar?
Àger y Organyà son destinos reconocidos internacionalmente. En la primera, se realizan campeonatos mundiales cada año y los pilotos recorren distancias de más de 100 km de forma habitual.
La segunda es conocida por la práctica de acrobacias, ya que los mejores pilotos del mundo están instalados y entrenan durante todo el año.
Àger
Si se trata de volar, nada como hacerlo en un espacio único y preparado para ello. Es el caso de la meca del parapente de Catalunya: la zona de Àger reconocida gracias a sus condiciones ideales para hacer vuelo tanto en parapente como en ala delta y que incluso está avalada por la federación aérea catalana y española como apta para el vuelo libre.
Situada en la comarca de la Noguera, abarca todo el valle comprendido entre la cima de la sierra del Montsec (limítrofe entre las comarcas de la Noguera y el Pallars Jussà) y la sierra del Port d’Àger. Por el oeste limita con el río Noguera Ribagorzana y su presa de Canelles y por el este con el río Noguera Pallaressa y su presa de Camarasa. La altura máxima del Montsec es el Pic de Sant Alís, de 1678 m.
El valle tiene una orientación Este-Oeste, quedando la ladera del Montsec hacia el sur, lo cual genera unas posibilidades de vuelo dinámico fantásticas. Las condiciones térmicas son especialmente favorables al mediodía.
El municipio de Àger, al pie de la sierra del Montsec, ha acontecido en los últimos años el centro neurálgico de estas disciplinas.
La zona de Àger es desde hace más de dos décadas un área excepcional de vuelo frecuentada por pilotos de todo el mundo y, además, es catalogada como la cuna del ala delta.
Existen diversos despegues y aterrizajes preparados, y no hay problema en encontrar aterrizajes alternativos en caso de necesidad.
Los accesos a los despegues y aterrizajes están señalizados mediante carteles en la pista forestal, haciendo muy fácil el acceso, incluso la primera vez.
Con una tradición en vuelo libre de 30 años, en la zona se han organizado campeonatos nacionales e internacionales, dando una proyección internacional que hace que la zona sea frecuentada por voladores de todo el mundo.
Gracias a sus excepcionales condiciones aerológicas, también se pueden llevar a cabo actividades como los vuelos en globo aerostático, los ultraligeros, la vela, el vuelo sin motor y los helicópteros.
Organyà
Organyà es un municipio de la comarca pirenaica del Alt Urgell, situado en la planicie del valle del río Segre.
Este pequeño y apacible pueblo se ha convertido en uno de los mejores lugares de Europa para la práctica del vuelo en parapente. Aquí es donde encontramos la montaña del Cogulló, situada al norte del municipio; la famosa “montaña mágica” congrega en sus suaves laderas a aficionados del parapente venidos desde todos los rincones del mundo y también es un lugar idóneo para la iniciación en este deporte.
Sus condiciones geográficas permiten vuelos de hasta dos horas de duración, pero además Organyà tiene un microclima especial: está protegida de vientos fuertes y su brisa local suele funcionar solamente con salir el sol.
Estas condiciones permiten volar durante muchos días al año y hacen que sea el lugar idóneo para la práctica de este atractivo deporte de aventura.
Si deseáis iniciaros en el vuelo a parapente, en el pueblo hay varias escuelas de vuelo, todas ellas de larga tradición y prestigio y con las máximas garantías de seguridad.
