Impulso Ciudadano: Meridiana, Vía Libre & Rafael Arenas García: ¿De qué va esto?

Va de desmoralizar a quienes nos oponemos a la secesión trasladándonos el mensaje de que si estamos aquí es simplemente porque somos tolerados y que cuando quieran, la unión de los CDR y aliados, junto con la policía a su servicio nos someterán a su voluntad.

Por eso es tan importante demostrarles que no les seguiremos el juego, que seguiremos resistiendo y que seguiremos exigiendo el respeto a nuestros derechos.

Sabemos que no contamos con la ayuda del gobierno de España; pero ¿contamos con tu ayuda?

Meridiana, Vía Libre

La continuidad y reiteración las concentraciones (celebradas ininterrumpidamente cada día desde el 14 de octubre de 2019), el colapso circulatorio que generan, y el ruido y la suciedad que provocan han dado lugar a graves enfrentamientos de los concentrados con otros ciudadanos que quieren transitar por esas vías o disfrutar del derecho al descanso en esos barrios.

Las entidades Impulso Ciudadano y S’ha acabat defienden el ejercicio del derecho de reunión, pero corresponde a las autoridades hacerlo compatible de forma proporcional con la libertad de tránsito y el derecho al descanso. En este caso, concurren fundadas razones que justifican la modificación del punto de concentración para evitar o atenuar las molestias que sufren cada día miles de ciudadanos y evitar los posibles problemas de orden público.

Por ello, dado el escaso número de personas que se concentran cada noche y las actividades que desarrollan en la calzada (hogueras, actuaciones musicales, comidas, juegos de cartas y consumo de bebidas alcohólicas...) consideramos imprescindible que las autoridades hagan uso de su potestad y dispongan que el legítimo ejercicio del derecho de reunión se lleve a cabo en lugares colindantes más idóneos para las protestas (no siempre pacíficas) y actividades lúdicas que desarrollan los concentrados y evitar las graves alteraciones que están conllevando.

El objeto de una concentración no puede ser fastidiar a los vecinos. Las personas que se concentran en Meridiana/Fabra i Puig proclaman que ese espacio es suyo (“Els carrers serán sempre nostres”) y desprecian el derecho al descanso del resto de los ciudadanos. Su enfado no les da derecho a obstaculizar o incomodar a miles de personas cada día y han de asumir que deben comportarse de una forma convivencial y cívica.

Ello, al margen del enorme coste que para el erario está suponiendo la instalación cada noche de un dispositivo policial destinado a desviar el tráfico y cerrar el acceso al cruce de Meridiana con Fabra i Puig.

Para hacer compatible de forma cívica el derecho de manifestación y de reunión con el derecho al descanso y la libre circulación de personas, Impulso Ciudadano y S’ha acabat ponen en marcha la campaña “MERIDIANA, VÍA LIBRE”. El próximo 8 de febrero, entre las 10.00 y las 14.00 horas, se recogerán firmas de adhesión a la campaña en la explanada que se encuentra enfrente de la Estación de Sant Andreu- Arenal, en la esquina de Fabra i Puig con Meridiana.

Las asociaciones promotoras de esta campaña han solicitado al Departamento de Interior y al Ayuntamiento de Barcelona que, dada la reiteración de las concentraciones, el escaso número de asistentes y la alteración del orden público que originan, modifiquen el punto de las concentraciones a espacios colindantes en los que no se altere el libre tránsito de las personas ni el derecho al descanso de los vecinos.

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Rafael Arenas García: ¿Qué hay detrás de esto?

Desde hace años los nacionalistas intentan convertir Cataluña en un territorio ajeno a la legalidad española. Se trata de trasladar la imagen de que España ya no controla Cataluña, lo que supone animar a los nacionalistas y desanimar a quienes nos oponemos al nacionalismo.

Esta es la explicación, por ejemplo, de la presencia de esteladas en ayuntamientos y rotondas. Es ilegal, por supuesto, pero la desobediencia clara y sin consecuencias traslada la imagen de que "esto" ya no es España.

Otra manera de conseguir este mismo efecto es cortar carreteras y calles al margen de las previsiones legales, no con el ánimo de manifestarse, sino para que todos sepamos lo que ellos repiten con insistencia "els carrers seran sempre nostres". "Las calles serán siempre nuestras".

¿Sabéis cómo nos hace sentir a los no nacionalistas este canto? Es lo mismo que decir: "esta no es vuestra tierra, si os permitimos deambular por las calles es porque queremos, y si queremos cortar una calle y obligarte a dar un rodeo para llegar a casa o al trabajo, o simplemente, impedir que te muevas, tendrás que aguantarte porque aquí los que mandamos somos nosotros".

Es esto exactamente, demostrar quién manda.

En este contexto hay que ver los cortes de la Meridiana.
No son manifestaciones, son acciones de sabotaje para molestar y, como digo, mostrar quien tiene el poder en Cataluña.

No son manifestaciones porque la manifestación no tiene como finalidad alterar el orden. Ciertamente, una modificación de la circulación puede ser consecuencia de una manifestación, pero no puede ser el objetivo buscado y al que se subordine toda la organización de la manifestación. Me explico:

Se puede convocar una manifestación en el Paseo de Gracia (una de las calles más emblemáticas de Barcelona, de más de un kilómetro de largo y más de cuarenta metros de ancho). Si se reúne a 100.000 personas se acabará ocupando toda la la calle y habrá que desviar el tráfico.

Ahora bien, si se reunen 100 personas la policía no permitirá que se coloquen las 100 personas en línea cubriendo los 40 metros de ancho de la calle para cortar el tráfico, sino que educadamente se les indicará que deberán desarrollar su manifestación por uno de los laterales a fin de que la distorsión de la circulación sea lo menor posible. El objetivo es manifestarse, no cortar la circulación.

En los cortes de la Meridiana, en cambio, lo único que se quiere es alterar la circulación. Grupos de personas se colocan de tal forma que hacen imposible que se circule por la vía. Esto no se corresponde con el derecho de manifestación y, por tanto, la policía debería impedir que se hiciera, identificar a los responsables y multarlos.

Pero no se ha hecho eso. ¡Qué va! La demostración de poder no es completa hasta que no se haga evidente que actuaciones que en el caso de los no nacionalistas implicarían la intervención de la policía y la imposición de sanciones, son toleradas a los nacionalistas, cuando no protegidas por la propia policía.

Es de esto de lo que va. Va de desobediencia y de control del espacio público, va de supremacismo y de imposición a los catalanes no nacionalistas, va de desmoralizar a quienes se oponen a la secesión trasladándoles el mensaje de que si estamos aquí es simplemente porque somos tolerados y que cuando quieran, la unión de los CDR y aliados, junto con la policía a su servicio nos someterá a voluntad.

Por eso es tan importante demostrarles que no les seguiremos el juego, que seguiremos resistiendo y que seguiremos exigiendo el respeto a nuestros derechos. Sabemos que no contamos con la ayuda del gobierno de España; pero ¿contamos con tu ayuda?

Rafael Arenas García

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