El golpismo sigue en el poder, mandando, ordenando, con el lazo echado al Gobierno de la Nación, que éste acepta gustoso. María-José PEÑA: Ya todo está preparado para lo que quiera el secesionismo.

Sabíamos lo que nos aguardaba ante esa alfombra que un Presidente del Gobierno español extendía a los pies del golpismo. Y éste, después de juzgado y condenado de la manera más leve e increíble posible, anda ya por la calle.

María-José Peña 219

Maria Jose Peña
18 h · 

Quizá por eso no reparamos en cuestiones que han ido amargando nuestra vida colectiva y en las que, en detrimento de algo más de los derechos de la mitad de los catalanes y de la asistencia sanitaria de la totalidad de ellos, se han ido desviando partidas presupuestarias que han contribuido a que la pandemia nos encuentre así, desnudos de protección sanitaria.

Ayer hizo dos años que Joaquín Torra tomó posesión del cargo de President de la Generalitat, después de que un Gobierno del PP aplicara el art.155 de la Constitución de la forma más ineficaz posible.

Sabíamos lo que nos aguardaba ante esa alfombra que un Presidente del Gobierno español extendía a los pies del golpismo. Y éste, después de juzgado y condenado de la manera más leve e increíble posible, anda ya por la calle.

En dos años hemos podido verlo: el golpismo sigue en el poder, mandando, ordenando, con el lazo echado al Gobierno de la Nación, que éste acepta gustoso. Nada nuevo. Nada que no temiéramos. Nada que no supusiéramos.

Así lo temimos; así lo dijimos:

María-José Peña
14 de mayo de 2018 a la 1:11 ·


MAÑANA


Ya no queda nada por hacer, salvo esperar.
Todo lo que se podía malhacer o dejar de hacer, se ha malhecho o se dejó de hacer.
Ya todo está preparado para lo que quiera el secesionismo. Lo que quiera.
El secesionismo tuvo su momento de titubeo cuando se aplicó el art.155. Cesados, procesados, huidos o encarcelados preventivamente, cayeron en el desconcierto y el miedo. Todo era “simbólico” ¿recuerdan?. Hasta entonces nunca habían visto reaccionar al Estado.
Pero fue sólo un momento. El Estado, aplicando el 155, volvía a ser apenas nada. Los procedimientos judiciales llevan su tiempo y el proceso de intoxicación informativa que estos sujetos habían llevado a cabo durante años sin que mediara freno político o económico, daba sus frutos incluso entre la Justicia europea. ¡Se salvaban!.
Y salvados como estaban, comenzaron otra vez la ofensiva que nuevamente nadie frenó.
Pacientemente se ha esperado “que sean buenos”, que “dialoguen”, que “no violenten la Ley”. Ya se ha visto la estúpida inutilidad de la espera. Mañana se formalizará el nuevo desafío.
Mañana empieza la última fase del procés, la que ganarán por incomparecencia del contrario; la que, pase lo que pase, tienen ganada para décadas, las mismas décadas, quizá más, que durará la fractura social que les han permitido crear.
Así ha sido el procés, la fase final de aquel proceso que se inició con el catalanismo y la catalanidad; y así lo recordará la Historia: sin motivo de unos, sin resistencia de otros. Sin motivo se produce la secesión; sin oposición la van a ganar; sin decencia se ha perdido todo, sin presencia de clase política que merezca tal nombre.
Mañana, cuando se formalice todo, cuando el golpismo y el desprecio a la España constitucional se alce con su trofeo, cuando el Presidente del Gobierno de España acceda a entrevistarse con su destructor, cuando el Rey se vea obligado a sancionar con su firma la legalidad de quien escupe sobre lo que su figura representa, entonces, que nadie de los que han callado o ayudado a la gran vergüenza nacional diga una palabra de queja o llore lagrimas acobardadas porque mañana todos ellos serán responsables de la iniquidad que se cierne. Nadie olvidará sus nombres, ni sus caras, ni sus hechos. Mañana todos ellos entrarán ya con letras de molde en lo que ayudaron a crear: la indignidad.

Fuente:María-José PEÑA: Atentos como estamos al desarrollo de la pandemia...

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