2.- La UE ha surgido para unir a los ciudadanos y a los Estados de Europa, no para dividirlos. Hay que recordar la Historia y darse cuenta de que estamos ante la primera vez que, en los últimos 70 años, no hemos tenido guerras en Europa (salvo el caso de la antigua Yugoslavia, que no estaba en la UE y de Ucrania, que tampoco). Lo que se ha "afeado" a la UE es, precisamente, que no hubiera sido capaz de evitarlas, pues primaron los intereses de los Estados frente al interés comunitario.

3.- La UE no va a favorecer, ni activa ni pasivamente, el desmembramiento de su territorio. Si se posicionara en favor del secesionismo catalán estaría favoreciendo otros secesionismos, sumamente peligrosos, en diversos Estados miembros. Recordemos el tema de Irlanda, puesto otra vez en el candelero por el Brexit. Pero no sólo Irlanda (no cito Escocia por si finalmente el Reino Unido abandona la UE, cosa como vemos harto difícil hacerlo en forma decorosa), puesto que ello podría dar también alas a corsos, padanos, etc. Las regiones no son sujetos activos de la toma de decisión en la UE, sino que sólo están integradas en ella, a efectos consultivos, en el Comité de las Regiones y, si participan en algunas instituciones comunitarias, por ejemplo el Consejo, lo hacen integradas en las delegaciones estatales.

4.- Tal como se ha defendido reiteradamente en las Instituciones de la UE, si un territorio que estuviera integrado en un Estado miembro se desgajara de éste, conforme a sus procedimientos constitucionales o por la vía de hecho, este territorio quedaría automáticamente excluido de la UE y, en su caso, tendría que solicitar el ingreso en ella, cumpliendo con todos los requisitos que se exigen para ello. No existe otra opción, ni pasarelas o toboganes. El ser una Comunidad de Derecho no deja abiertas otras opciones.

Lo dicho múltiples veces: No confundamos la UE con los Estados miembros (lo digo, por ejemplo, por el tema de las euroórdenes y la actitud de Bélgica y el land alemán de Schleswig-Holstein, que no son Instituciones ni órganos de la UE). Porque hemos tenido suerte de estar en la UE cuando, en Cataluña, las instituciones dominadas por el secesionismo, nos han puesto, como constitucionalistas, a los pies de los caballos.