El discurso triunfalista de Pedro Sánchez en el balance del año ofrecido este martes contrasta con una realidad que el presidente parece obviar: el dato de pobreza social es hoy más alto que el de 2018, cuando llegó al poder.

Lo refleja el propio Instituto Nacional de Estadística, cuya tasa AROPE –el indicador que mide las dificultades económicas de la población en España– fue en 2021, último año analizado, cinco décimas más alta que en aquel ejercicio.

Pese a registrar una caída puntual en 2019, cuando la pobreza medida por el INE cayó casi un punto (del 27,3 al 26,2 %), las estrecheces no han hecho más que abrirse paso entre la población, subiendo al 27 % en 2020, primero; y al 27,8 %, el año pasado. En total, 12,8 millones de personas vivían en 2021 en situación o riesgo de pobreza, 372.509 más que en 2019.

Una de las capas poblacionales más afectadas corresponde, por desgracia, a los menores de edad. En total, casi el 33 % de ellos vivía el año pasado en España con dificultades, según datos también registrados por el INE. De acuerdo a sus estudios, casi la mitad de los niños y adolescentes españoles vivían en hogares con dificultades de distinto grado para llegar a fin de mes (el 49,1 %) y uno de cada cuatro, en familias con muchas dificultades (25,8 %).

De la misma forma, las familias numerosas y las unidades familiares monoparentales se perfilan como los colectivos más vulnerables a las estrecheces.

España es, de hecho, el segundo país de la Unión Europea (solo por detrás de Rumanía) con una mayor tasa de menores en riesgo de pobreza o exclusión social