Una nueva Paternidad en sintonía con una nueva Maternidad

Nuestra sociedad comete el error monstruoso de olvidar que su futuro depende más de la realidad y de la calidad de la maternidad y de la paternidad de sus ciudadanos que de su sometimiento prioritario a la dictadura del trabajo financieramente rentable. Al proceder así pervierte el sentido mismo de este trabajo, cuya finalidad ha de ser el servir como medio y no como fin autónomo a las necesidades vitales de los ciudadanos, entre las cuales destacan como esenciales, cara al futuro de la misma sociedad, la maternidad y la paternidad responsables.

Los hombres debemos hacer de la crianza y de la educación, en estrecha solidaridad con nuestras mujeres, una revolución pacífica con vocación de cambiar el mundo.

Implicarnos en el cuidado físico y emocional de nuestros hijos, además de ser una obligación paterna, complementaria a la materna de nuestra mujer, nos ayudará a disfrutar, en justicia y en plenitud, del honor y del placer de nuestra paternidad.

En la escala deontológica de la paternidad, la actitud reaccionaria de que es mejor padre el que no se ocupa de la crianza de sus hijos, subordinándola a su trabajo profesional remunerado, debe ser reemplazada por la del padre que se ocupa de esta crianza tanto como la Madre y con el mismo sentido de la responsabilidad que ella.

Hoy, día de la Madre en muchos países, es un buen momento para prestar atención al ejemplo de responsabilidad que ellas nos dan, con el propósito de imaginar una nueva Paternidad que sintonice con la nueva Maternidad que ellas practican.

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El Día de la Madre 2014 en muchos países del mundo, recordamos esta obra colectiva en la que 15 mujeres y madres dan voz a una "nueva" forma de vivir la crianza y esta etapa de la vida, completamente empoderante y cuestionadora del Sistema y del adultocentrismo anterior.


VARIAS CITAS:

“La maternidad es, puede y debe ser un placer. Y permitirnos vivir la maternidad como FUENTE DE PLACER y satisfacción es por supuesto un avance en la comprensión y la plenitud de la femineidad y en los derechos de las mujeres. Los procesos fisiológicos todos son placenteros. Gestar, parir y amamantar también lo serían en condiciones normales. Son todas fases del proceso reproductivo-sexual de la especie. Es la represión sexual y vital de la mujer la que ha convertido el parto en doloroso, y la lactancia en un “sacrificio”.

Ileana Medina

“Lejos de la visión de los hijos como frenos en la vida y meros obstáculos laborales, hay que decir bien alto que la maternidad es una etapa importante DE REALIZACIÓN y crecimiento personal y también puede ser un trampolín que a muchas nos ha fortalecido, mejorado como personas y permitido abandonar la crisálida".

María del Mar Jiménez

“Demostrar que LO MEJOR PARA EL BEBÉ HUMANO ES ALGO QUE NO NECESITA COMPRARSE CON DINERO ES YA DE POR SÍ REVOLUCIONARIO. Las sociedades que basan su escala social en la posesión de bienes materiales —o sea, casi todas las sociedades que históricamente conocemos, desde el esclavismo— no le interesa que sea prioritario criar niños felices y saciados de afecto. Pero lo más importante es que los niños que son criados con lactancia materna, con apego, con seguridad y con cuerpo materno mientras son bebés, y que son respetados y queridos en su infancia, tendrán una autoestima mucho más sólida en su vida adulta y necesitarán menos de la ambición, del poder y de la acumulación de riqueza material para ser felices; serán más solidarios, más generosos, menos ambiciosos, adultos más centrados emocional y espiritualmente”.

Ileana Medina

"Queda mejor y es más fácil lucir el VIEJO FEMINISMO DE LA IGUALDAD, pasado de moda y que ya se queda muy, muy corto. Lo que ahora necesitamos es un feminismo en evolución que se ocupe de feminizar a la sociedad en lugar de masculinizar a la mujer: un feminismo que luche por que la mujer pueda desempeñar el papel que merece en la sociedad sin renunciar a la maternidad si es lo que ella quiere. Un feminismo que consiga una sociedad donde se valore la maternidad en su justa medida y donde los bebés tengan un lugar preferente y no a la cola de prioridades, como hasta ahora. Ya tenemos una sociedad donde la mujer no está obligada a ser madre si no quiere. ¡Fantástico! Ahora hay que luchar por una sociedad donde la mujer que decida ser madre pueda serlo plenamente".

María Berrozpe
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