Año de Oración: Coloquio
Texto bíblico
“Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas que superan mi capacidad. Sino que acallo y modero mis deseos, | como un niño en brazos de su madre” (Sal 130, 1-2).
Oración
No te pido nada, tú sabes bien mi dolencia. Vengo ante ti y me acallo, sabiéndome en tu mirada. Yo sé que mi oración es como un trueque; Tú me pides permanecer sin especular, Tú te das en el momento necesario. Tú me esperas al caer la tarde y madrugas por mí al darme fuerzas. Tú me dejas llegar al límite, donde experimento mi fragilidad, y Tú me dejas sentir la circunstancia providente.
Hay momentos de súplica confiada, otros de abandono. A tiempos quedo expresando amor, en otros momentos te bendigo. Es ofrenda el tiempo transcurrido con tan sólo el deseo de estar contigo. Yo sé que por tu parte no faltará tu respuesta. Es privilegio saber que te agrada el tiempo que dedico a la oración, sin proyectar rentabilidad.
Propuesta
Expresa tus sentimientos ante Jesús.