San Juan Evangelista
27 de diciembre: san Juan
Cuando haces el bien, ¿te sientes protagonista de tu gesto o te sabes prolongación de Jesús?
“El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido»” (Mt 23, 11-12).
En una sociedad que busca medrar, el mensaje evangélico se aparta de la tendencia competitiva de luchar por los primeros puestos. Por el contrario, el cristianismo nos ha revelado la forma de ser primero, que es siendo el último, y no solo por imitar a Jesucristo, sino por ser testimonio del mismo Cristo, quien no retuvo para sí su dignidad divina, sino que se anonadó, haciéndose como un hombre cualquiera.
El icono del servicio es sin duda el de Jesús a los pies de los discípulos. El Maestro y el Señor, toma la imagen de esclavo extranjero, aunque también lo expresa el gesto de la mujer que por amor se arroja a los pies de Jesús. El lavatorio no es un gesto aislado, ni una acción humillante, es la expresión del amor de Dios y la forma de tratarnos unos a otros.
Si entendemos el servicio como una acción generosa que hacemos en favor del prójimo porque nos sentimos magnánimos, acabaremos sumando los gestos y quizá lleguemos a cansarnos de hacerlos. Pero si nos sentimos prolongando el gesto de Jesús, que nosotros mismos hemos recibido de Él, percibiremos el gozo y el privilegio de ser las manos alargadas del Señor.
Cuando haces el bien, ¿te sientes protagonista de tu gesto o te sabes prolongación de Jesús?
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