¡Reconciliaos con Dios! ¡Que nada te impida acercarte al altar! 10ª Etapa - I Viernes de Cuaresma

10ª Etapa - I Viernes de Cuaresma
10ª Etapa - I Viernes de Cuaresma

La necesidad del abrazo

10ª Etapa - I Viernes de Cuaresma 

Texto bíblico 

Si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda” (Mt 5, 23-24). 

Comentario 

La prueba de la autenticidad de nuestra fe se demuestra en la humildad, necesaria para acercarse a Dios, y para la relación interpersonal. El mayor ascetismo que se nos pide no es el ayuno corporal, sino la ascesis en el amor personal, en el amor interpersonal, y en la confianza en Dios. Cabe que celebremos prácticas piadosas, pero Jesús nos advierte de la ineficacia de nuestras ofrendas si no se está reconciliado con Dios, con los demás y con uno mismo.

Imagen: El abrazo 

En tiempos de pandemia hemos sufrido el efecto del distanciamiento de la relación cercana expresiva y sin embargo, necesitamos manifestarnos el amor, la amistad y la relación afectiva. El abrazo es reconciliador, y significa que se han derribado las barreras del prejuicio y del rencor. Dice la Biblia: “La justicia y la paz se besan” (Sal 84, 11).

La reconciliación 

El combate más recio que debemos establecer contra nuestros propios demonios es cuando sufrimos la tentación del orgullo, el resentimiento, el amor propio y el “falso ego”. Los viernes de Cuaresma son días propicios para celebrar la reconciliación con Dios, con los demás, y con uno mismo; esta última no siempre es fácil.

Propuesta 

¡Reconciliaos con Dios! ¡Que nada te impida acercarte al altar!

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