03 III Domingo del Tiempo Ordinario, “A” 

Texto bíblico 

Paseando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron (Mt 4, 18-22). 

Comentario 

La Liturgia de la Palabra de este año nos acompaña con la proclamación del Evangelio de san Mateo. Hoy nos ofrece el pasaje de la elección de Jesús de los primeros discípulos. Algo que no relata el autor sagrado debió de suceder para que unos pescadores dejaran inmediatamente redes, barca y familia…

Si observamos otros textos en los que aparece el adverbio “inmediatamente”, según la Biblia de la CEE, y “al instante”, según la Biblia de Jerusalén, nos sorprendemos al descubrir que en ambos casos la traducción une la prontitud de la acción por parte de los discípulos con la Palabra de Jesús, y no tanto con la voluntad de los distintos protagonistas. Así sucede en el caso de la higuera seca; en la curación de la suegra de Pedro; en la curación del leproso, del paralítico, de la hemorroisa… que “al instante” quedaron sorprendidos del restablecimiento de la salud. 

El argumento resulta evidente; lo que parece voluntad decidida de los pescadores, de seguir a Jesús “al instante”, desde el contexto evangélico, el efecto de la llamada del Señor en el corazón de Simón y de su hermano Andrés; de Santiago y de su hermano Juan se debe a la fuerza de la llamada, que según el relato parece que la opción parte enteramente de los discípulos. 

Propuesta 

¿Acoges la llamada y la obedeces con prontitud?