Recemos: “Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” 17 III Martes de Pascua

III Martes de Pascua
III Martes de Pascua

Hoy también hay mártires

17 III Martes de Pascua 

Texto bíblico

Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: «Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios». Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Luego, cayendo de rodillas y clamando con voz potente, dijo: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado». Y, con estas palabras, murió.” (Act 7, 55-60) 

Comentario 

Nos impresiona la descripción del martirio de Esteban, y sin duda es un referente para calificar a una persona como mártir, al morir como Jesús perdonando a sus verdugos. 

Sin embargo, lo que parecía característico de los primeros años del cristianismo, la persecución a muerte de quienes profesan su fe en Cristo, se ha recrudecido en el último siglo y hasta en los últimos años en muchas partes del mundo

La paz y la convivencia entre los pueblos es un anhelo permanente. El Papa Francisco se hace eco de tantos que padecen la violación de sus derechos humanos más elementales, como el derecho a la vida y a la libertad religiosa.

Propuesta 

Recemos: “Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.”

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