18 de Marzo, IV Jueves de Cuaresma

Ex 32, 7-14; Sal 105; Jn 5, 31-47

Evangelio 

“Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.  No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?»” (Jn 5, 39-41. 45-47). 

Santos Padres 

“Si avanzamos por el camino de sus mandamientos, si no nos avergonzamos de confesar todo lo que hizo por nuestra salvación en la humildad de su cuerpo, también nosotros tendremos parte en su gloria, ya que no puede dejar de cumplirse lo que prometió: A todo aquel que me reconozca ante los hombres lo reconoceré yo también ante mi Padre que está en los cielos (San León Magno). 

Consideraciones 

• - Nos estamos acercando a los días de Pasión, y la Palabra se convierte en revulsivo. Es momento de apostar por Jesús.
• - Que no nos acontezca lo que denuncia el Evangelio, que seamos instruidos incrédulos.
• - Puede darse la paradoja de que practiquemos ritos sagrados y que nuestro corazón esté lejos del Señor. No nos justifican la ley, ni nuestros actos piadosos, sino Jesucristo.

Propuesta 

¿Concuerdan tu mente y tu corazón respecto a la persona de Jesús?