¿Valoras, respetas y acrecientas la naturaleza? IV Martes de Pascua

IV Martes de Pascua
IV Martes de Pascua

Jesús se paseaba por la solana del Templo

A 27 días de Pentecostés – IV Martes de Pascua 

Texto bíblico 

“Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del Templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente». Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis” (Jn 10, 22-25). 

Comentario

En los Evangelios no hay palabra vana ni de relleno, y al contemplar a Jesús que se pasea por el pórtico de Salomón en invierno, y al comprobar que es la parte sur del templo, cabe descubrir que Jesús, al igual que nosotros en tiempo frio, busca la solana y estar a resguardo. Esta observación nos permite sentir el acompañamiento de quien tomó nuestra naturaleza y quiere ser compañero en nuestra andadura. 

Imagen: La naturaleza 

Si contextualizamos los distintos movimientos de Jesús, descubrimos que le gustaban los lugares solitarios, el monte, la orilla del mar, también la casa de los amigos. En Jerusalén se retiraba al Huerto de los Olivos. Los maestros espirituales recomiendan valorar la naturaleza y contemplar a través de ella la obra del Creador. Desde el cántico de los tres jóvenes, en Babilonia, el Cántico de las Criaturas de san Francisco de Asís, o el Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz, hasta la encíclica Laudato si del papa Francisco, todos nos invitan a saber apreciar y respetar el don de las obras creadas.

Propuesta 

¿Valoras, respetas y acrecientas la naturaleza? 

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