La participación en la Eucaristía ¿te lleva a ser generoso con los demás? I Lunes de Cuaresma

I Lunes de Cuaresma
I Lunes de Cuaresma

Sacerdote eterno

I Lunes de Cuaresma 

Texto Evangélico 

“Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 37-40). 

Profecía de la Pasión (VI) 

“Cuando Abrán volvía de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes aliados, salió a su encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, o sea el valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo diciendo: «Bendito sea Abrán por el Dios altísimo, | creador de cielo y tierra; bendito sea el Dios altísimo, | que te ha entregado tus enemigos»” (Gén 14, 17-20). 

En las ofrendas de Melquisedec se anticipa la Última Cena, en la que Jesús tomará el pan y en él se entregará, y lo mismo hará con la copa de vino, ofrecida a los discípulos con las palabras más solemnes: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lc 22, 20). 

El autor de la Carta a los Hebreos alude a la acción sacerdotal de Jesús: “Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec. Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna, proclamado por Dios sumo sacerdote según el rito de Melquisedec” (Hbr 5, 6-10). 

Cabe hacer las obras de misericordia desde este principio: “Haz el bien y no mires a quien”. Cada uno podemos convertirnos en manos alargadas que reparten el don recibido, como fruto de ser huéspedes de la Mesa del Señor. 

Propuesta 

La participación en la Eucaristía ¿te lleva a ser generoso con los demás? 

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