¿Sientes paz en tu corazón? I Martes de Adviento
“Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor. Lo inspirará el temor del Señor. la justicia será ceñidor de su cintura, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: |un muchacho será su pastor. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey, comerá paja. El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid. Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo” (Isa 11, 1-10).
Las imágenes proféticas auguran la paz, la buena nueva, tiempos de esperanza: el tronco de Jesé reverdecerá, brotará un renuevo y florecerá la ilusión de un tiempo nuevo de convivencia pacífica, representada en la armonía de ver pacer juntos al lobo y al cordero.
Quizá surja la pregunta de cuándo sucederá la realidad de ver animales salvajes en convivencia doméstica con otros animales y con el hombre. Sin duda, ello augura los tiempos mesiánicos, en los que la calenda canta: “Cuando todo el orbe estaba en paz, nació de María Virgen el Emmanuel.”
Además, cabe interpretar las imágenes en el propio interior y percibir la armonía, la serenidad, el silenciamiento de todas las pasiones, la aceptación de la propia historia, la convivencia con uno mismo, gracias a saberse redimido, perdonado, pacificado.
¿Sientes paz en tu corazón?
