La adoració de los Magos al Niño Jesús

La adoració de los Magos al Niño Jesús
La adoració de los Magos al Niño Jesús

Adorar

La adoración de los reyes:

La adoración

No es sumisión esclava, ni actitud servil.

No es acción humillante, ni gesto que degrada.

No es estrategia diplomática, ni aplauso vacío.

No es adulación, ni alabanza ficticia.

Adora quien ama y al tiempo siente libertad.

Adora el que cree, y siente anchura de corazón.

Adora quien reconoce ante sí la presencia divina.

Adora quien postrado se rinde sin especular.

Adorar es beso, unión, entrega,

es necesidad ante quien se revela Dios,

e implica acoger su voluntad,

al saberse remecido de gracia y de alegría.

Adora el humilde. Y no como chantaje.

Adora el pobre, sin especular por ello.

Adora el que busca y encuentra al Señor.

Adora quien se sabe pequeño ante su Creador.

Adora el santo, el místico, el contemplativo.

Adora quien sigue la luz interior.

Adora quien sale de sí y reconoce al Otro.

Adora quien desborda agradecimiento.

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