Fin de año
31 de diciembre: Octava de Navidad
Vigila tu conversación
Si hubieras atendido a mis mandatos, tu bienestar sería como un río, tu justicia como las olas del mar, (Isa 48, 18)
“Vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».” (Mt 11, 18-19)
Hoy las lecturas litúrgicas amonestan a quienes juzgan siempre de manera negativa la realidad y no se rigen por el criterio evangélico, sino que difaman, mienten, encubren y critican, como hicieron las autoridades en tiempos de Jesús. Si comía, lo acusaban de comilón; y si no lo hacía, de endemoniado.
El seguimiento de la enseñanza revelada da frutos abundantes de paz, bienestar y justicia, mientras que apartarse de ella conduce a la ruina. Los frutos del egoísmo son los que envilecen la sociedad.
Sin embargo, la verdad se abre paso por sí misma, y aunque parezca que la mentira se impone, al final prevalece la sabiduría, que es transparencia y se acredita por sí misma.
Vigila tu conversación
También te puede interesar
Fin de año
31 de diciembre: Octava de Navidad
Octava de Navidad
30 de diciembre
Domingo dentro de la Octava de Navidad
28 de diciembre: Sagrada Familia
San Juan Evangelista
27 de diciembre: san Juan
Lo último
Trilogía de cuentos: Navidad, Año Nuevo y Epifanía
Cuento de Año Nuevo: Una gata en la Abadía de los espejos