Estrella

La primera estrella de la noche,
de una noche clara, iluminada por las constelaciones de estrellas de cada rostro, porque cada rostro es una estrella que dibuja un cosmos y escribe un pergamino lleno de entrecruces mundanos y celestiales.

La primera estrella de la noche, de esa noche en la que todos fuimos concebidos, la noche del mundo en el origen del mundo.

Me gusta pensar que los rostros son como estrellas que, al contemplarlas, nos abren la puerta a un firmamento de cuerpos, lenguajes, paisajes y memorias.

Todos añoramos la primera estrella de la noche, de esa estrella que redime y abraza, que dibuja huellas celestiales y que nos acurruca en medio de nuestra ensoñación.

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