Ideas sueltas en torno al capítulo "La autoridad religiosa y la mística" de Gershom Scholem

La mística es amorfa y posee un carácter lúdico (la revelación es lúdica). Pero si es amorfa y lúdica: ¿cómo puede tener la mística un espacio o un lugar en un mundo estructurado como el nuestro? (Han; la pasión; el juego. Homo ludens; Deus ludens)

Expresión que Gershom Scholem recupera: “abrió el versículo” (se abre una nueva dimensión en la tradición)

Vamos del texto lineal al cuerpo simbólico.

Profundización lúdica del saber tradicional.

Proporciona nuevos significados (CNTR; falta de vocales; ¿qué vocales colocaríamos): CaNTaR; CoNTaR; CaNTaRía; CáNTaRo)

El místico como aquél que sabe jugar – el modo es el juego. Al principio era el juego.

Respuestas insatisfactorias con la posibilidad de la a-respuesta.

En definitiva, para acceder al pensamiento místico, el ser humano debe mantener la consideración del carácter lúdico de la misma experiencia y, por tanto, no esquematizar una experiencia que en sí misma no es totalmente expresable sino a través del lenguaje simbólico.

Caracterización de la mística como un algo susceptible de infinitivas posibilidades (Gershom Scholem).

¿Qué símbolo le otorgo a mi propia experiencia con “la fuente original de la vida”? (expresión entre comillas de Gershom Scholem) > imagen de la lámpara, del camino, de una casa-morada (Teresa), de una montaña (Juan de la Cruz).

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