Una mujer entre dos multiplicaciones

El Evangelio de hoy, la mujer siriofenicia, siempre me ha conmovido. Se puede decir mucho de ella, pero quiero detenerme un un aspecto - a mi entender - clave para captar la acción de Jesús. Ofrezco una clave de lectura desde el relato de Marcos.
a. Mc 6,34-44 narra la primera multiplicación de los panes. Es un texto en el que según los especialistas, Jesús obra la acción para Israel. Sobran doce canastas. Los que comen son 5 mil personas (5×1000, en la numerología bíblica el 5 siempre indica la Torah, la Ley de Moisés, los 5 primeros libros de la Biblia. El 1000 es una gran multitud. Por ende Jesús da de comer a la gran multitud de los que siguen la ley mosaica).

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b. Mc 7,24-30 es el relato de la siriofenicia o de la mujer extranjera o de la mujer no judía. El escenario del diálogo es una tierra extranjera (Tiro; algunos suman Sidon). El tema simbólico del relato es comer pan como metáfora de la salvación. Recuerdo que Josep María Esquirol dice que "dar de comer" es sacar al enfermo del infierno. Dar de comer es restituir la salud. Dos metáforas en torno a un mismo problema: ¿Dios está de parte del extranjero?. Jesús dice que no hay que dar el pan de los hijos a los perros. La frase de Jesús hay que entenderla desde Marcos 6,34-44. La acción de dar pan/salvar va dirigida a Israel, al "hijo" o los "hijos". La mujer, en cambio, y ahí está la clave del relato, inquiere a Jesús (Virginia Raquel Azcuy marca que la mujer hace teología con Jesús) y le dice que también los perritos tienen derecho a comer las migajas de los panes de los hijos. Jesús sana a la hija y alaba la fe de la mujer. En otras palabras la mujer dice a Jesús que también los no judíos son hijos de Dios, llamados a la salvación y al Evangelio (Mc 1,1; Mc 1,15).

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c. Mc 8, 1-10. Marcos 8 es el llamado "texto bisagra" del Evangelio. La revelación de Jesús como Hijo de Dios (Mc 1,1) avanza hacia Marcos 8, 27-29 con la confesión de de de Pedro (tú eres el Hijo de Dios) y llega a su plenitud en la confesión de la cruz puesta por Marcos en la boca del centurión romano (Marcos 15,39). Entre los capítulos 1 al 8 de Marcos y los capítulos 9 al 16 cambia el foco de atención de Jesús: pasa de concentrarse exclusivamente en Israel a abrir su campo de acción a todo el género humano. El por qué está concentrando, a mi entender, en la mujer extranjera de Marcos 7. Si en ese capítulo la mujer dice que hasta los cachorros pueden comer pan de la mesa, lo que habíamos visto era lo mismo que decir participar de la alianza con Dios, en la segunda multiplicación los signos se amplían. Ocurre en un lugar desierto (quizás en la imagen de la Alianza incluso de la creación en el relato de Génesis 2), comen 4 mil personas (el 4 simboliza el mundo, los cuatro puntos cardinales × 1000 que es la gran multitud). Es, por tanto, una gran multitud venida de todas partes. Ya no solo es Israel. Ahora todos comen. Sobran 7 canastas. El 7 en la numerología bíblica es símbolo de plenitud. Lo que comenzó con 12 canastas, reservadas para Israel, ahora son 7 canastas, dadas a todo el que quiera comer. 
Resumo. Pienso que es la mujer la que "convirtió a Jesús" como indica Xabier Pikaza. La mujer extranjera permite que Jesús haga un cambio de chip, lo actualiza, le anima. La mujer se ubica entre dos multiplicaciones de pan. La mujer permitió que nosotros hoy, a la distancia, pudiéramos comer del pan eucarístico. 
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